Se ha incrementado el uso de aquellas aplicaciones que permiten la gestión de cuentas bancarias y transacciones por medio de smartphones; pero es importante observar que los riesgos han acompañado este incesante crecimiento.
La tecnología en materia de dispositivos móviles ha crecido incesantemente en los últimos 10 años, aspecto únicamente comparable al ritmo de su consumo. Sus capacidades actuales se asemejan en gran medida a la de una computadora personal, logrando adicionalmente la versatilidad para el procesamiento de aplicaciones ricas en contenido. Todo ello contribuye a que estos pequeños pero versátiles dispositivos, ya dispongan de sus propios Sistemas Operativos que permiten procesar soluciones de software complejas, brindando por ejemplo, acceso a nuestra información bancaria, inversiones o gestión de pagos y transacciones online; todo ello en cualquier momento y lugar.
La necesidad por innovar es un aspecto importante a considerar. En general, con el fin de ingresar rápidamente en este nuevo y promisorio mercado, logrando de esta forma alguna “ventaja” respecto a la competencia, algunas compañías tienden a “tomar atajos”, suprimiendo instancias de pruebas intensivas, principalmente en materia de seguridad.
La implementación de sistemas operativos “reducidos” en dispositivos móviles ha sido uno de los principales disparadores de vulnerabilidades. Resulta importante señalar que junto con las soluciones “seguras”, el usuario promedio descarga otra gran cantidad de aplicaciones en su dispositivos, muchas veces con el sólo fin de “probarla”, y sin dudas esto contribuye a sembrar un potencial escenario de riesgo. Como complemento, la exposición a hurto es cada vez mayor, y por eso se lo debe considerar como un factor adicional el riesgo al acceso a información crítica simplemente por portarla en una solución móvil.
Es evidente que las soluciones “Mobile” brindan un gran beneficio, comodidad e información desde cualquier lugar y en cualquier momento, pero resulta importante prevenir que los mismos riesgos que afectan nuestra computadora personal, actualmente también podrían encontrarse en la palma de la mano.
