Mediante su Encuesta sobre Seguridad en la Transformación Digital, Dell muestra que esa área crece cada vez más rápido en el sector empresarial.
A pesar de que la seguridad se ve como barrera a la hora de evolucionar y muchos ni siquiera la contemplan en sus iniciativas, el 85% de los encuestados reconoce que, si se los incluye en el proceso de planeación, los equipos del sector pueden ayudar a que las empresas adopten tecnologías digitales.
John Milburn, vicepresidente y gerente general de OneIdentityProducts, señala: ‘Esta encuesta produjo algunos resultados reveladores y refuerza lo que hemos estado escuchando directamente de nuestros clientes. Cuando se hace bien, la seguridad puede permitir que las organizaciones adopten en forma agresiva nuevas tecnologías y prácticas que puedan tener un impacto positivo directo en los ingresos, utilidades, productividad de los empleados, así como en la experiencia de los consumidores’.
Entre los ítems destacados de la encuesta, hay cuatro claves: sólo el 18% de los encuestados indica que la seguridad ha estado implicada en todas las iniciativas de dispositivos móviles, Internet de las Cosas (IoT) y autoservicio; más del 76% cree que la seguridad se incorpora demasiado tarde en las iniciativas de transformación digital; el 85% declara que los usuarios empresariales evitan participar con los equipos de seguridad por temor a que sus iniciativas resulten bloqueadas; y más del 90% dice que el equipo de seguridad puede ayudar más a la empresa si se le destinan más recursos.
También sobresale que el 96% manifiesta que asegurar las tecnologías digitales plantea desafíos, incluyendo la falta de recursos, el riesgo de una violación de la seguridad, encontrar el equilibrio adecuado entre la seguridad y la productividad de los empleados, y la pérdida de control.
Dell brinda sugerencias y estrategias para que las organizaciones cambien la percepción sobre los equipos de seguridad. Entre ellas, está el trabajar con las nuevas aplicaciones en la nube para garantizar sus requisitos y su integración con los factores de control; gestionar la identidad y acceso de manera unificada; y centrar tales labores en forma estratégica, de modo que la seguridad pueda ser un catalizador y no una obstrucción.
