Cada día más empresas van subiéndose a la economía del compartir, llevando a la práctica el trabajo colaborativo del que se empezó a hablar en Japón hace más de 50 años.
Antes sólo se intercambiaban pedidos de cotización, órdenes de compra, facturas, cuentas corrientes, etc. A ningún directivo se le ocurría pasar el límite de los documentos normados, pidiendo o compartiendo información clave de sus procesos de negocio. Luego, con el advenimiento y difusión de las técnicas de Management japonesas, aparece el concepto evolutivo de la relación cliente-proveedor hacia el socio de negocios y con ello aparece el trabajo colaborativo entre empresas. Se trata de enmarcar la relación en un ámbito de cercanía y mucho conocimiento caracterizado por la concreción de negocios de largo plazo basados en la confianza mutua.
¿Y por dónde comenzar a transitar este camino?
El primer paso consiste en ser conscientes que estas innovaciones colaborativas requieren precisión, velocidad, integridad y confidencialidad, es aquí donde aparece el importantísimo aporte de la tecnología informática con las técnicas EDI (Intercambio electrónico de documentación).
A través de una plataforma de intercambio de documentos electrónicos, tenemos la certeza que la información que contienen los documentos que soportan los procesos clave de negocio, viajan con total seguridad en todos los actores.
Estas plataformas son servicios que están disponibles directamente en la nube y permiten a una empresa integrarse con sus partners de negocios (proveedores, clientes, etc) en una misma red horizontal, a través de la cual se pueden enviar o recibir documentos críticos de una manera simple y rápida.
Es importante destacar que el único requisito para comenzar a utilizar estas plataformas es contar con un simple acceso web.
Por otro lado, pese a que esta tecnología ya está disponible hace un tiempo, muchas empresas de la Argentina y el resto de América latina continúan contratando “un ejército de data-entries” para ingresar manualmente en sus sistemas corporativos los documentos (facturas, órdenes de compra, remitos, etc.) que les llegan desde otras empresas.
Esto genera demoras, errores, imprecisiones que se traducen finalmente en mayores costos. Esa información podría fácilmente viajar desde el sistema de la empresa que lo origina y por medio de una plataforma de intercambio electrónico de documentos, llegar directamente al sistema corporativo de la empresa que lo debe recibir, liberando así el tiempo de los analistas para tareas de mayor valor agregado para el negocio.
Aunque suene a slogan televisivo: el futuro ya es hoy y estar conectados, ser realmente partners es clave para el avance de negocios exitosos.