Arbor Networks anuncia el incremento de los ataques en dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) y la rapidez con que la ciberdelincuencia los compromete para degradar el servicio y tenerlo en su poder.
Su 12o Informe Anual Global de Seguridad de la Infraestructura (WISR) indica que los tamaños de ataques DDoS han crecido rápidamente, con un CAGR de 68% en los últimos cinco años. El promedio de tamaños de ataque ha aumentado un 23% en 2016, y se han registrado 558 ataques de más de 100 Gbps contra los 223 de 2015.
Desde 2016, las botnets a gran escala están siendo construidas y armadas para lanzar ataques DDoS cada vez más frecuentes y complejos, que se aprovechan de la falta de características de seguridad de los equipos IoT y su creciente número.
En este sentido, la empresa ofrece cinco consejos básicos para una mejor e inmediata protección: el usuario debe asegurar los dispositivos de acuerdo con las directrices y las mejores prácticas de los fabricantes, incluyendo autenticación, autorización y protocolos de gestión de red; aislarlos y segmentarlos desde Internet y otros equipos si no se los puede fortalecer, controlando a la vez la comunicación; cambiar las contraseñas predeterminadas, realizar un monitoreo e instalar las últimas actualizaciones de firmware; seguir las mejores prácticas para defenderse contra ataques DDoS y, finalmente, buscar ayuda del proveedor de servicios.
Apoyada en este contexto, la compañía también avisa que los sectores del transporte, manufactura y los relacionados con el Smart Grid podrían convertirse en el próximo blanco perfecto de los ciberdelincuentes, así como las verticales de Salud y Retail.