A través de su Security Report 2017, ESET ha revelado que una de cada dos empresas en Latinoamérica han sido objeto de malware en el último año, mientras que un 37,6% de empresas en Chile han sufrido algún tipo de incidente relacionado con seguridad informática.
Uno de los datos más relevantes señala que el ransomware se ha posicionado en el segundo lugar de incidentes con un 16%, desplazando al phishing a la tercera posición con un 15%.
Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación para Latinoamérica, explica: ‘La única solución que están encontrando las empresas para este tipo de amenazas es el pago, y cuando se paga se promueve el éxito de este tipo de amenazas. Una solución de backup instalada ayudaría a recuperar de manera más rápida la información, sin pagar el rescate a los ciberdelincuentes’.
Por otro lado, se devela que, para el 56% de los entrevistados, la mayor preocupación en materia de seguridad son los códigos maliciosos, con el ransomware como nuevo desafío para el 32%. Luego, sigue un 52% que está preocupado por las vulnerabilidades de software y de sistemas. El tercer puesto lo ocupa el phishing, con un 27%.
El informe también señala que los teléfonos inteligentes son cada vez más afectados por estas amenazas, e incluso se pronostica que más dispositivos podrían verse comprometidos con el denominado Ransomware de las Cosas (RoT).
Finalmente, y aunque el porcentaje de empresas que promueve actividades de concientización periódicamente sigue siendo menor que en 2014, una mayor cantidad de organizaciones lo hace ocasionalmente o planea hacerlo.
‘Si bien el reto no es sencillo, podemos lograr grandes cambios en la gestión de seguridad con la implementación de pequeñas medidas como la educación a todos los empleados de la empresa. La respuesta para mejorar nuestros niveles de seguridad está en ver la gestión de la seguridad como un sistema, el cual abarca desde los empleados de todos los niveles y jerarquías hasta la implementación de tecnología y procesos de gestión’, concluye Gutiérrez.
El reporte se basa en datos obtenidos de una encuesta realizada a más de 4.000 profesionales de distintas organizaciones de la región.