El fin de una criptomoneda
El 2017 fue otro año preocupante para la seguridad cibernética. El malware estuvo en su punto más alto, se pronosticó que los daños del ransomware mundial excederían los US$ cinco mil millones, y los hackers robaron los registros de datos a una velocidad de más de cinco millones por día. El año pasado también fue uno en el que vimos situaciones que tuvieron repercusión mediática: herramientas de espionaje filtradas de las agencias de inteligencia de EE.UU., piratería de campañas políticas, botnets de IoT globales, entre otros. Términos como Shadow Brokers, WannaCry, Petya, CIA Vault 7 y Mimikatz han penetrado en el léxico global y diariamente se suman nuevos.
A pesar de todo este caos y pesimismo, los proveedores de seguridad están trabajando arduamente para crear nuevas soluciones que puedan ayudar a proteger a las organizaciones del delito cibernético. Aquellos que implementan estas defensas en capas están ayudando a cambiar el rumbo mientras se busca una experiencia digital más segura.
¿Qué nuevos desafíos se podrían enfrentar a medida que avance el 2018? Para responder a esta pregunta, el equipo de WatchGuard ha penetrado en una guarida de piratas informáticos y registrado su sesión de planificación de ataques cibernéticos para 2018.
Desde la creación de botnets de IoT más grandes y mejores, hasta el cobro de un seguro cibernético, esta es una oportunidad de entrar en la mente de estos hackers. Primero, pareciera que estos hackers necesitan efectivo rápido. Con el valor de la criptomoneda en aumento y las monedas de Bitcoin, Ethereum y Litecoin que valen miles de millones, simplemente no pueden evitarlo. Recordando el truco de 2016 que provocó que entre US$100 y US$500 millones de Ethereum fueran permanentemente inaccesibles, ¿podrían explotar las vulnerabilidades en las nuevas características de blockchain el próximo año? Si es así, podríamos ver a estos piratas informáticos llenar sus bolsillos con riquezas digitales mientras derrocan una criptomoneda importante.
