Cuando se habla de la 4ta revolución industrial el mensaje es claro: llegó el momento de transformar los modelos de negocios y la forma en cómo hemos ido realizando las cosas. Es ahora cuando hay que darle valor a todos los activos digitales con los que se cuenta, partiendo por los datos que almacenamos y aquellos que dejamos de almacenar. Dime los datos que tienes y te diré cuál puede ser tu nuevo modelo de negocios, debiera ser la premisa.
Las industrias, históricamente, fueron las primeras en tener tecnología y telemetría; aunque con las restricciones de almacenamiento y procesamiento, que en el pasado se tenía, no era posible obtener conocimiento de ellas. Sin embargo, esto cambió. Hoy es posible eso y más. No obstante, el avance en la transformación digital es aún incipiente; todavía existen empresas que no han incorporado la tecnología que les permitirá bajar los costos y/o vender más. Porque la industria, en general, para permanecer en el tiempo tiene que invertir y tener una estrategia digital; una mirada a los próximos cinco a 10 años, ya que su principal amenaza es la desintermediación y la eliminación de las fronteras digitales de comercio electrónico, donde ya no se compite con el vecino local, sino que se compite con el mundo. Desafío no menor.
El sector que mejor ha abordado este cambio ha sido la banca, seguido por el retail y financiero, pero aún falta mucho. No es suficiente medir y graficar mediciones, sino incorporar como pilar fundacional las tecnologías, por ejemplo, de Inteligencia Artificial, IA, que permiten operar de manera predictiva. La IA es clave para toda innovación, mejora o crea nuevas funcionalidades. Es por defecto la tecnología que se utilizará en todo. Cada aplicación nueva la tendrá para brindar servicios cognitivos o predictivos, incluso con analizadores de sentimiento automático e interpretación de interacción humana. Todo eso y mucho más, será realizado por complejos modelos de IA.
Así, en definitiva, lo que el mercado debe entender es que si no incorpora tecnologías eficientes en análisis de grandes volúmenes de información, no podrá explotar todo el activo digital que significan los datos. Las empresas deben darse cuenta que pueden bajar costos y mejorar la productividad operativa y la eficacia en sus campañas de generación de demanda con la incorporación de la tecnología adecuada. Lo principal es la transformación de la cultura interna de la empresa, además de contar con la gente correcta para esta transformación. Mientras eso no ocurra, no importa la tecnología que se compre o la plataforma que se quiera desarrollar, pues no prosperan los proyectos que no traen consigo una renovación cultural. Son pocas las empresas que están dispuestas a reinventarse. Y es ahí donde se encuentra el talón de Aquiles de una parte no menor de la industria actual. Abrirse, renovarse, reinventarse son las claves de la transformación digital.
Hay que considerar, por último, que todas las tecnologías se abordan desde un dolor o un problema. Lo que buscan las nuevas tecnologías, precisamente, es adelantarse a las necesidades del cliente. Y, por lo tanto, un punto de partida ideal es lo relacionado con mejorar la experiencia de éste en cada momento. Lo primero que tienen que hacer las empresas es contactar a especialistas que los puedan guiar en sus procesos de transformación de modelo de negocio; que permitan identificar oportunidades en los activos actuales y alinearlas con las nuevas tecnologías. No se puede iniciar una transformación digital sin saber hacia dónde se quiere ir. Se debe mirar el mercado, el entorno y las tendencias.