Señala Ricardo Martínez, gerente de Negocios y Alianzas de SearchInform para LATAM: ‘Hace tan sólo cinco años, los incidentes de seguridad aún no estaban muy extendidos y se parecían más a actos vandálicos aleatorios de personas mentalmente inestables. Hoy, con el aumento de dispositivos conectados a Internet, se incrementó el interés por parte de elementos criminales’.
‘El desorden en la industria está presionando a los organismos reguladores para que trabajen en mejorar las leyes para simplificar tanto el proceso de producción como la recopilación de datos y su monetización posterior. La tarea es grande y ambiciosa, por lo que se decidió avanzar dando pequeños pasos. A fines de 2018, en California se aprobó la Ley SB-327 sobre la seguridad de los dispositivos de IoT, que entrará en vigor el 1 de enero de 2020. Los británicos fueron más allá y lanzaron un manual más avanzado. El documento está destinado a los fabricantes de dispositivos de IoT de tipo utilitario, como cerraduras de puertas inteligentes, sistemas de alarma, cámaras de seguridad, juguetes, etc’.
‘Lo lamentable es que estas sean sólo recomendaciones y no requisitos. En cuanto a los consumidores comunes, por ahora tienen que soportar la filtración de todo y de todos, sin saber a dónde van a parar los datos filtrados. Sólo se podría intentar desactivar algunas funciones y usar una versión limitada del dispositivo, o renunciar por completo a su uso’.