Los recientes anuncios de VMware, NSX-T Data Center 2.4 y NSX Cloud, en el marco del Mobile World Congress 2019 de Barcelona, colocan a VMware en la vanguardia tecnológica de las ‘redes definidas por software’, llevando esta tecnología que exitosamente promovieron en el Centro de Datos, al siguiente nivel.
Con esta nueva tecnología, los arquitectos, operadores de redes y seguridad y también programadores, podrán ir más allá del enfoque rígido y a veces inseguro de “las redes definidas por hardware”. Hoy podrán conectar y proteger cargas de trabajo donde quiera que se encuentren, incluyendo aquellas ejecutando sobre distintos hipervisores y sobre distintas nubes, lo cual transforma en realidad los conceptos de Nubes Híbridas impulsados por la compañía desde hace ya varios años.
Los cambios que experimenta el mundo de TI son constantes. La nube y los contenedores son una realidad y las aplicaciones, los centros de datos y los usuarios están en todas partes. Según Gartner, ‘para 2020, el 75 por ciento de las organizaciones habrán implementado un modelo de nube híbrida o de múltiples nubes’. Y, según la misma consultora, se espera que para 2025, el 75 por ciento de los datos generados por las empresas se creen y procesen fuera de un centro de datos centralizado tradicional.
Las aplicaciones modernas constan de muchos componentes y servicios que pueden ubicarse en diferentes nubes e infraestructuras. La web y la capa de aplicaciones pueden ejecutarse en contenedores en la nube pública, mientras que los datos de los clientes pueden residir en una base de datos relacional en una nube privada. La información de la cuenta puede incluso residir en un sistema central. Este tipo de arquitectura requiere de una infraestructura de red y de seguridad flexible, escalable y -sin dudas para ser viable- definida por software.
La versión más reciente de NSX Data Center satisface las necesidades de redes virtuales en la nube de empresas grandes y pequeñas, y los proveedores de servicios de comunicaciones pueden aprovechar la escala de la nube y el rendimiento del NSX-T Data Center para acelerar la adopción de la virtualización de funciones de la red (NFV, por sus siglas en inglés).
Como un ejemplo recientemente anunciado, el gigante europeo de telecomunicaciones Vodafone ha confirmado que la habilidad para ser flexibles y ágiles en tanto continúan automatizando sus operaciones de red sólo puede ser lograda a través de una infraestructura definida por software, y que han optado por VMware para acelerar su ‘time-to-market’ y beneficios económicos asociados en su transición a NFV.
Y es que la visión temprana de VMware en este dominio, la Virtual Cloud Network, ha sido llevada a la realidad a través de componentes de software concretos: NSX Datacenter para virtualizar redes y seguridad dentro del Data Center, NSX Cloud para llevar la seguridad de NSX y sus esquemas de micro-segmentación a las nubes públicas, NSX Hybrid Connect para migrar cargas de red desde el centro de datos a las nubes públicas o entre nubes públicas, y para asegurar conectividad y optimización de tráfico entre nubes; y NSX-SD WAN by Velocloud (software defined WANs) para virtualizar Wide Area Networks asegurando performance aplicativa desde el Centro de Datos, hasta la Sucursal y a las Nubes.
La virtualización de la red ofrece la única forma práctica de proporcionar la experiencia automatizada, en un solo clic, que buscan las organizaciones en el aprovisionamiento y en la gestión de sus redes (y de toda su infraestructura, en realidad). Al trasladar al software la complejidad de la aplicación de políticas, éstas pueden predefinirse e implementarse automáticamente, eliminando así el método tradicional de generar una solicitud de cambio que es procesada manualmente a través de la configuración de hardware, actividades lentas y propensas a errores críticos.
La virtualización de la red también puede generar ahorros significativos en CAPEX. Una vez que los límites de la red se definen en el software, VMware NSX puede optimizar la colocación de la carga de trabajo en un grupo mucho mayor de recursos físicos. Estamos replicando los beneficios de la consolidación de servidores lograda hace 20 años con la virtualización del poder de cómputo en Máquinas Virtuales, ahora a través de la virtualización de las redes y el consecuente uso más eficiente de los dispositivos físicos de red.
VMware ha desarrollado una herramienta que mide este ahorro de CAPEX y a través del uso en varios miles de clientes empresariales, se ha mostrado una reducción promedio de 35% en el CAPEX requerido una vez que la red se virtualiza.
La versión más reciente de VMware NSX-T Data Center y NSX Cloud, permite a las organizaciones incorporar cambios innovadores. Por ejemplo, simplificar la operación de redes y la automatización permitiendo que los equipos de TI puedan escalar a nuevos y altos niveles de escalabilidad en la nube, como así también garantizar la seguridad intrínseca para operadores y arquitectos de seguridad, ayudando a reducir el riesgo para la organización mediante la creación de políticas referentes a la aplicación, donde quiera que se ejecute, ya sea en máquinas virtuales ejecutando sobre distintos hipervisores (vSphere, KVM), contenedores o servidores básicos, y en todos los locales o entornos en la nube.
Durante los últimos 20 años el diseño de las redes se adaptó a necesidades específicas de la infraestructura física (centro de datos, campus, edificios, sucursales). Hoy la red se ha extendido. Utilizamos en forma de Software as a Service aplicaciones que residen en Internet, nuestras cargas de trabajo se extienden a múltiples nubes públicas, con IOT miles de dispositivos requieren conectividad a nuestros gateways y aplicaciones centrales. Hoy la mayoría de las cargas de trabajo ya fluyen fuera del centro de datos. La arquitectura de red que necesitamos para los próximos 20 años es radicalmente distinta. Debe ser flexible, programable y diseñada para correr en cualquier sitio en que nuestras aplicaciones y datos residan. La visión de VMware, hoy hecha realidad, la Virtual Cloud Network, es la que liderará la transformación de las redes para los próximos 20 años.