CenturyLink, el detrás de escena del apagón histórico

El reloj del NOC (Network Operations Center) de CenturyLink en Bogotá marca las 7.06 de la mañana. Es el amanecer del 16 de junio, y el domingo promete ser un día relajado en Colombia, en el que todos esperan festejar el día del padre en familia. Unos 7 mil kilómetros al sur, en Argentina, casi todos están descansando. También se festejará el día del padre y, además, se votará para Gobernador en cuatro distritos del país. El ingeniero de guardia monitorea el sistema de control que evalúa el estado de la red de transporte, infraestructura e IP en Latinoamérica. Al momento, no hay inconvenientes.

Sin embargo, un minuto después, el sistema de monitoreo de Argentina se pone en rojo y se disparan las alarmas. Al mismo tiempo, ocurre lo mismo con el de Uruguay. Y también se reportan alarmas en el de Brasil y Paraguay. El ingeniero de guardia, que nunca había visto una desconexión del sistema tan masiva, piensa que puede ser un problema del sistema de monitoreo, pero que el estado de la red era el adecuado.

Pero no era así, si bien la red no estaba impactada había otro evento mayor y era necesario entender rápidamente que estaba sucediendo. En tan solo unos minutos se verifica que el sistema de gestión funcionaba sin problemas y que, efectivamente, toda la Argentina se había quedado a oscuras. De inmediato, se activa el procedimiento de crisis: el técnico de guardia empieza a contactar al personal de guardia en campo y se da aviso a los gerentes de la magnitud del apagón. Pero esas comunicaciones no pueden ser fluidas entre el personal y los ejecutivos de Argentina porque el colapso de la red dejó fuera de servicios a varias líneas de teléfono celular. Entonces, se abre un chat interno para seguir las gestiones en tiempo real.

Mientras la compañía encargada de proveer de Internet al país comienza a enviar los técnicos a las estaciones, para constatar qué había ocurrido en los sitios con alarmas, llegan los primeros reportes oficiales sobre el apagón. El desperfecto había ocurrido en una línea de alta tensión que conecta Colonia Elía, Entre Ríos, con Nueva Campana, en Buenos Aires.

La empresa activa todos los protocolos de mitigación de daños para que no se corte la conexión a Internet. Para ese entonces, ya se había identificado el desperfecto: no había inconvenientes en la red y el problema es de infraestructura, de falta de energía ¿Qué se hace, entonces? Se decide hacer un gran despliegue de recursos para que el sistema siga funcionando.

De esta forma, se asegura que todos los centros de datos y terminales de Internet se mantengan operativos con sus bancos de baterías y generadores eléctricos hasta que regrese el suministro eléctrico. Para eso, se despachan 15 mil litros de gasoil que se distribuyen en edificios estratégicos. Y, en forma paralela, activan la guardia y casi 30 técnicos supervisan cada estación generadora, para garantizar que la conexión a Internet sobreviva al apagón eléctrico y que el país continúe conectado.

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