Como bien señaló el ministro de Economía, el mayor problema en Chile es de expectativas, porque la economía aún evidencia fundamentos fuertes y capacidad de resiliencia. Ciertamente, el escenario actual no es muy auspicioso. La guerra comercial internacional, el estallido social local, el coronavirus, la subida del dólar, la caída del comercio exterior y del cobre, son algunos de los hechos que suman dificultades al crecimiento y desarrollo del país. Pero, a pesar de cifras o hechos poco alentadores, Chile no se puede detener y las Pymes tampoco.
Ser emprendedor y empresario no es fácil, pero detenerse no es una opción; hay que seguir adelante con todo y tomar el control, reducir costos y aumentar la productividad; transformar la dificultad en oportunidad; aprovechar las herramientas con que se cuenta. Para ello, el buen uso de las tecnologías es un excelente aliado, por ejemplo, para poder trabajar a distancia, solo con una buena conexión a Internet y la solución adecuada. Lo concreto es que, a pesar de cualquier dificultad, es necesario estar preparado para operar y seguir adelante a todo evento.
En la actualidad es posible acceder a soluciones de gestión empresarial 100% web, sin necesidad de gastar en infraestructura, tampoco en mantención ni personal especializado. Con sistemas on line o en la nube es posible manejar procesos, a muy bajo costo o incluso de manera gratuita, llevar la contabilidad, facturar electrónicamente, evaluar las ventas, realizar informes y, en definitiva, administrar un negocio desde cualquier momento y lugar, con información relevante, en línea y actualizada, para una mejor toma de decisiones. Eso, indudablemente redunda en una mayor eficiencia y competitividad.
En tiempos complejos no es posible estancarse, es precisamente el momento de innovar e invertir en la optimización de los recursos empresariales y todo aquello que permita competir y crecer. De ello va a depender la adaptación a los cambios, la superación de las crisis y, en definitiva, la mantención del negocio en el tiempo. Solo las empresas que vayan un paso adelante, que tengan una visión de largo plazo y tengan la capacidad de transformar las dificultades en oportunidad, con el apoyo que entregan las herramientas tecnológicas actuales, son las que van a sobrevivir y tener éxito.