El mundo entero está atravesando una crisis sanitaria y hospitalaria con pocos antecedentes en la historia. La pandemia de coronavirus significó un gran desafío para todos los organismos gubernamentales e internacionales, y nos vimos obligados a tomar las medidas necesarias para frenar el avance del COVID-19, que amenaza al sistema de salud a nivel global. Desde el inicio de este año, los distintos Estados nos encontramos en una carrera para frenar la enfermedad, y al mismo tiempo evitar la recesión económica causada por las políticas de precaución.
En este contexto, la tecnología toma un papel esencial a la hora de proporcionar las herramientas necesarias para contribuir al control, en tiempo récord, de la pandemia. Alrededor del mundo se han implementado diferentes soluciones y se han utilizado una gran variedad de dispositivos tecnológicos que permiten, no solo obtener datos en tiempo real, sino también almacenarlos y analizarlos para tomar decisiones en políticas públicas.
Desde cámaras termográficas instaladas en aeropuertos y terminales de transporte público, hasta soluciones de software que permitan medir y comparar datos de distintos distritos, la tecnología ayuda en la generación de información vital para analizar la evolución de la pandemia. Sin embargo, aquellos organismos que venían incorporando de a poco nuevas tecnologías, con el objetivo de progresar a un sistema más digital, con el surgimiento de la pandemia se vieron mejor posicionados para encarar el desafío.
Aquellas instituciones con mayor inversión en tecnología contarán con una ventaja comparativa por sobre las que aún tienen un sistema más analógico. En Argentina, durante el 2019, comenzó un proceso de digitalización y reestructuración en la generación de datos, para unificar todas las historias clínicas en una única red, a la cual decidimos llamar Federador de Datos o Red Nacional de Salud Digital. El proyecto tuvo como objetivo mejorar la calidad en la atención al paciente y ofrecer un acceso seguro y consolidado a los datos de todos los centros de salud del país.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, como entidad encargada de llevar adelante la inversión, decidimos optar por tecnologías que nos permitieran desarrollar una infraestructura estable, basada en contenedores y microservicios. En este sentido, se tuvieron en cuenta muchas opciones de empresas que brindaban estos servicios, pero finalmente el equipo decidió optar por soluciones de Código Abierto, brindadas por Red Hat.
A raíz de esta evolución en materia de digitalización, nos fue mucho más simple y rápido avanzar en la producción de un tablero que muestre en tiempo real los datos oficiales de la pandemia, los cuales son utilizados por los expertos en epidemiología para analizar las medidas y frenar el avance de la enfermedad. Se trata de un dashboard que fue diseñado por informáticos de Red Hat, quienes trabajaron de forma colaborativa con los equipos de la Dirección Nacional de Gobernanza e Integración de Sistemas de Información y la Dirección Nacional de Epidemiología del Ministerio.
Una vez que tuvimos los datos plasmados en el tablero de control, desde la Sala de Situación del Ministerio decidimos poner al conocimiento de toda la ciudadanía la información, para brindar mayor seguridad y disminuir la incertidumbre en el pueblo argentino.
Desde el Ministerio hemos sido testigos de que las nuevas tecnologías, que ya han ganado su terreno en el ámbito privado empresarial, también juegan un papel esencial en los organismos públicos. Una infraestructura estable, soluciones de software innovadoras y la digitalización de procesos son los pasos clave que deben seguir los Gobiernos para mejorar la experiencia del ciudadano, y afrontar situaciones críticas como las que atravesamos hoy en día.