Una de las lecciones que la pandemia nos ha entregado es la necesidad de enfatizar el desarrollo de habilidades de gestión y liderazgo. El manejo eficiente de un equipo es primordial no solo en épocas de crisis, sino también, y con mayor razón, tras ellas. Saber jugar bien al ajedrez con cada pieza en su lugar, es parte de este juego. Un líder no solo debe saber jugarlo, también tiene que saber cuáles son las habilidades de cada persona con la que se desempeña, entregarles los objetivos acorde a ello y de la forma más clara posible para que puedan ser cumplidos.
Un líder debe ser un ejemplo. El equipo debe ver que sabe de lo que habla, conoce lo que pide que se realice y que reconoce el trabajo de los otros. Trabajar duro es un motivador importante para todos.
Otro punto muy importante a desarrollar es la información. Un líder debe mantener al equipo lo más informado posible de los pasos de la compañía, logros, fracasos y de todo lo que sucede en la organización. Eso los hace partícipes, tanto de las alegrías como de las tristezas, éxitos y fracasos.
En estos días de pandemia, sin duda ha cambiado el entorno del ambiente de trabajo y, por ende, la forma de liderar; se debe ser mucho más flexible, la concentración a la que se puede acceder en horarios laborales es menor, pues están los niños en la casa y las condiciones físicas -como un lugar apropiado- muchas veces no son las óptimas. Pero un líder debe ser capaz de entender y entregar las mejores condiciones para el rendimiento en el trabajo, no importa el contexto.
Así, además de lo anterior, una vez que se vuelva a la normalidad, otro aspecto que un líder debiera contemplar para optimizar su liderazgo y gestión es el horario. Éste será un tema clave. Nos acostumbramos a no tener tiempo de traslado, por lo que en un principio el período de adaptación será difícil. Se debe tener eso en cuenta.
En ese sentido, y aunque la gestión de equipos de trabajo no se modifique, pues en estricto rigor se seguirá realizando el mismo trabajo, el liderazgo sí tiene que ser distinto. Se deberán entregar las herramientas necesarias para volver al trabajo de forma segura, con confianza en el equipo y las condiciones físicas para desarrollarlo.
La pandemia no tendrá un fin definido, probablemente el virus quedará por mucho tiempo más y la seguridad en el traslado como en el entorno del trabajo será un tema importante. Además de las condiciones físicas, se deberá trabajar el tema de la reinserción. Hemos pasado meses “encerrados” en el hogar, volver al mundo como lo conocíamos antes ya no se será igual. Sin duda, enfrentaremos el temor de algunos por salir del lugar donde están a salvo, sus hogares. Y en eso los líderes de equipo también tendrán que trabajar. En efecto, enfrentar una «nueva normalidad» será lo más «anormal» y se tendrá que hacer frente con entereza y un liderazgo fuerte, a toda prueba.