El futuro del trabajo: las empresas latinoamericanas y la nueva realidad

Si bien el trabajo a distancia ya era una realidad en varios países de la región, se terminó de implementar en forma masiva y en tiempo récord en las últimas semanas en respuesta a las medidas de aislamiento social como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Pero esta solución adoptada inicialmente como temporal se transformará en la nueva realidad laboral para muchos, ya que ha permitido mantener la continuidad operativa en varias organizaciones, evitando exponer a sus trabajadores a contagios.

Sin ir más lejos, desde DWS, empresa del Grupo Serban, hemos desplegado solamente en Latinoamérica más de 123.000 escritorios remotos, permitiendo a más de 123 mil personas trabajar desde sus hogares de manera segura, en cualquier momento y con cualquier dispositivo.

La percepción es que el trabajo remoto no es algo temporal, sino que pasará a conformar un pilar elemental en el futuro del trabajo y para el cual las empresas de todos los tamaños deben prepararse más allá del momento actual. Esta es una visión compartida por los CIOs, fabricantes de tecnologías, analistas y especialistas en negocios.

La adopción del home office depende de la complejidad del negocio, la cantidad de empleados y el estado en que está la empresa respecto a la tecnología digital. En este sentido, hay tres tipos de compañías, aquellas que venían abrazando el futuro del trabajo digital y ya estaban en plena implementación; aquellas que estaban estudiando el tema pero no lo habían aplicado; y aquellas que no le prestaban atención y seguían trabajando al viejo estilo.

Si bien, el espacio de trabajo digital fue un cambio implantado por emergencia en muchas empresas en Latinoamérica -de todas las verticales y tamaños- esta prueba apunta a crear una nueva realidad de modo de trabajo digital post pandemia. Y este nuevo escenario de implementación del teletrabajo debe tomar en cuenta no solo la conexión del colaborador fuera de la oficina sino principalmente la seguridad de los datos e informaciones de la empresa, la administración centralizada, una buena experiencia de usuario incluyendo todos los procesos y también la implementación de las tecnologías biométricas.

Asimismo para adaptarse a esta nueva realidad del futuro del trabajo, más allá de lo tecnológico, se deben tener en cuenta a las áreas de RRHH y Finanzas, ya que será clave mantener a los equipos distribuidos motivados y cohesionados, como así también no perder de vista los indicadores de gestión anuales que persigue cada organización.

Por último, creemos también fundamental agilizar a través de la tecnología el mayor control sanitario en todo lo que tenga que ver con los tres poderes, legislativo, judicial y ejecutivo y aquellos elementos o sistemas gubernamentales que utiliza el ciudadano común y corriente mediante el uso de elementos biométricos, o automatizados para maximizar su bienestar y evitar los trámites de manera personal. Es decir, apoyarse en la tecnología para agilizar procesos en una forma segura para toda la ciudadanía.

 

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