Un aeropuerto es como una mini-ciudad, donde se alojan una multitud de activos físicos. A todos se les debe hacer un seguimiento y gestión para una operación efectiva. Los administradores frecuentemente se refieren al aeropuerto como la infraestructura más cara de las ciudades. A grandes rasgos, los activos del aeropuerto pueden segmentarse en varios grupos clave: la infraestructura, el equipo de transporte, y el equipo de comunicaciones.
Cualquiera sea el tamaño del aeropuerto, una cantidad de distintos activos necesita contar con procesos de mantenimiento para cumplir con las normas y al mismo tiempo optimizar los costos y la experiencia de los clientes. Acá es donde se ve la importancia de contar con una solución tecnológica para la gestión de los activos físicos, para administrar y mantenerlos, incorporar estrategias de mantenimiento, gestionar los equipos que se ocupen de ello, y monitorear los indicadores claves del performance para una mejor toma de decisiones. A esto se suma la complejidad de que, en muchos aeropuertos, los activos son gestionados por una mezcla de equipos de trabajo tanto internos como externos.
Esto significa que el sistema para la gestión de activos físicos debe monitorear los recursos humanos, así como contratos con terceros, para garantizar que todo se inspecciona y mantiene en el momento adecuado y por la gente correcta.
Todos los activos del aeropuerto son importantes, las escaleras y los ascensores que garantizan el flujo de los pasajeros en el aeropuerto, la infraestructura más crítica como los radares y la energía, sin la cual el aeropuerto no podría funcionar. Por este motivo es fundamental contar con un software confiable y efectivo para la gestión.
Considerando la actual coyuntura, a medida que el mundo va volviendo a la nueva normalidad, la herramienta para la gestión de activos puede fácilmente extenderse para controlar la contaminación, las actividades de monitoreo de limpieza, la descontaminación, la implementación de medidas de seguridad y señalización de áreas peligrosas para logar un ambiente de trabajo limpio y seguro. Por ejemplo, las señalizaciones de cuarentena o descontaminación pueden mostrarse para alejar a los pasajeros y al personal cuando un sector o equipo requiere limpieza profunda.
La aviación es un sector con amplias reglamentaciones, con políticas estratégicas, normas y recursos con el objetivo de cubrir los aspectos de la gestión de la seguridad y el riesgo. Un sistema efectivo para la gestión de los activos ayuda en la implementación de las estrategias adecuadas de mantenimiento, considerando la criticidad de los activos y su impacto en la organización, ya que esto determina cómo deben monitorearse, inspeccionarse y mantenerse.
Otra área importante es el reto que la organización enfrenta con respecto al planeamiento de la inversión en los activos: se debe considerar que la mayoría de los activos de un aeropuerto son inversiones a largo plazo que cuentas con un ciclo de vida de 10 a 20 años. La organización, por lo tanto, necesita contar con acceso al costo de mantenimiento comparado con el reemplazo del activo. Este tipo de información ayuda a los aeropuertos a tomar decisiones sobre si deben reemplazar determinado activo. Con el alto valor que tienen los activos en los aeropuertos, esto puede también ayudar a los propietarios, frecuentemente los mismos gobiernos, para planificar efectivamente, ya que contarán con una clara visión de las inversiones, que deberán realizar en 5, 10 o 20 años.