La era ‘X como Servicio’ en y post Pandemia

Un año atrás, en el Especial Anual Cloud 2019, planteábamos que el desafío no era discutir si Cloud sí o Cloud no, ya que esa discusión era obsoleta. El principal desafío se centra en transformar la evolución Cloud en monetización concreta, que se justifique la evolución en prestaciones, ROI, solución a problemas de siempre, entre otros.

El teletrabajo y los distanciamientos obligatorios, debido a la pandemia, generaron una expansión macro del Cloud, y mucho que dependía de la decisión y soluciones de escala, quedó resuelto de golpe. De esta forma podemos decir que entramos en una nueva era de la nube, donde ni ya el volumen se discute, y el desafío pasa por convertir todo en ‘como servicio’, para que cloud no sea sólo una forma de conectarse, sino la nueva manera de construir los negocios.

De acuerdo con IDC, hacia 2023, se desarrollarán y desplegarán más de 15 millones de aplicaciones y servicios digitales utilizando enfoques nativos de la nube en América Latina, la mayoría dirigidos a casos de uso de transformación digital específicos de cada industria.

A su vez, para dicho año, más del 30% de la nueva infraestructura de TI empresarial implementada en América Latina estará en el Edge, en lugar de los centros de datos corporativos, en comparación con menos del 5% actual; para 2024, la cantidad de aplicaciones en el borde se triplicará. También se prevé que más del 40% de todo el gasto en tecnologías de la información y comunicaciones se destinará directamente a la transformación e innovación digital (frente al 20% en 2018), creciendo a una tasa compuesta anual del 22%.

XaaS: todo como servicio

El ‘todo como servicio’ (XaaS, en siglas) implica muchas cosas: que el servicio que se brinda pueda trasladarse todo a digital, que deja de ser CAPEX (activo fijo) y pasa a ser un OPEX (activo operativo) que se puede modular en consumo según la demanda, y puede ser moneda de cambio entre muchos otros bienes… digitales.

Esta modalidad brinda a las empresas la flexibilidad necesaria para beneficiarse de las nuevas tecnologías, puesto que elimina los costes de actualización. Asimismo, el modelo de pago por uso facilita el poder escalar, de forma rentable, cuando haya que adaptarse a los cambios en la plantilla o en el propio negocio.

Infraestructura como servicio (IaaS), Plataforma como servicio (PaaS) y Software como Servicio (SaaS) son nomenclaturas ya conocidas y consolidadas en el mercado de TI. Son las capas que forman la Computación en la Nube y que actualmente pueden ser contratadas de formas personalizadas, con diferentes proveedores en todo el mundo.  

A raíz del desarrollo del mercado ‘as a Service’ fueron surgiendo nuevas vetas y modelos tales como NaaS (implica la optimización de las asignaciones de recursos al considerar los recursos de red y computación como un todo unificado), ITaaS (modelo de servicios digitales mediante el uso de la infraestructura Cloud híbrida), SecaaS (provisión de servicios de seguridad desde la nube, lo que permite que algunos servicios y tecnologías que tradicionalmente solo estaban al alcance de empresas grandes, estén accesibles a Pymes y administraciones públicas), CCaaS (permite a las empresas utilizar el software de un proveedor de servicios de contact center. Un modelo CCaaS permite a las empresas adquirir solo la tecnología que necesitan, lo que reduce la necesidad de soporte de interno de TI), DBaaS (la optimización de la base de datos ya existente nos ofrece beneficios como poder pagar únicamente por la capacidad de almacenamiento y el ancho de banda que utilizamos), entre otros.

Edge, IoT & Smart Cities

La posibilidad de interactuar con tantos objetos conectados a la web nos permite acceder a una cantidad ilimitada de información desde cualquier parte, en cualquier momento, y nos abre un nuevo horizonte de ideas y desarrollos, una visión que ya está siendo analizada por académicos. La conexión entre objetos y sistemas que produce datos y analítica en tiempo real brinda un gran potencial y cambia por completo el paradigma en todos los rubros del mercado.

La implementación de dispositivos y sistemas IoT es una tendencia que los últimos años ha crecido de manera exponencial. Según estudios de la revista Gartner, los dispositivos conectados a IoT llegaran a los 25 miles de millones para el año 2021.

El mercado de los centros de datos se encuentra atravesando un nuevo impulso gracias a la tecnología 5G y Edge. Por un lado, están las telcos que con el 5G vuelven sus centros de transmisión pequeños datacenter Edge. El 5G maneja mucho más volumen de datos, las personas utilizarán mucho más los dispositivos móviles que antes, resultando una mayor necesidad de nuevas infraestructuras. Por otro, los tercerizadores multitenant que comienzan a abrir datacenters locales para acercarse a los negocios de cada comunidad, como GTD con las salmoneras de Puerto Montt.

A su vez, los players como Google y Amazon están abriendo DCs en América Latina para operatoria local. Algunos son grandes centros como el de Google en Chile, otros van a hacer más pequeños para bajar latencia en ciudades chicas. Sumando todo, se viene toda una movida de gran cantidad de DCs nuevos, para dar tono a la nueva era Cloud que se viene. Por eso pegados Cloud, 5G y Edge como motores de la nueva industria de infraestructura.

Para hacer frente a estos retos y muchos otros, las organizaciones acuden cada vez más a IoT. Las implementaciones de IoT se han disparado en los últimos años. Según Forrester Research, este tipo de implementaciones empresariales han aumentado un 333% desde 2012.

Entre los principales desafíos a los que se enfrentan las organizaciones que esperan beneficiarse de los datos generados por IoT se encuentra la integración de datos de varias fuentes: la dispersión y la variedad sin precedentes de los dispositivos y datos actuales implica que la integración de datos es un obstáculo mayor que nunca. Las organizaciones deben tener en cuenta varios factores, incluida la instalación física de los dispositivos, mejores estándares de comunicación, el modo de administrar diversos tipos de datos – por ejemplo los videos y datos de geolocalización – y cómo integrar eficazmente los datos de IoT con datos de otras fuentes, como proveedores de datos de terceros de la nube, así como almacenes de datos internos históricos.

Otro de ellos es la automatización de la recopilación de datos: después de recopilar e integrar datos de IoT, las organizaciones se enfrentan al reto de llevar los datos al lugar adecuado en el momento justo para su análisis. Esto incluye evaluar los datos para determinar si deben moverse o analizarse donde se encuentren, en el perímetro de la red.

Debido a la gran cantidad de datos que producen y traen aparejados los dispositivos y sensores conectados a internet, llevar todos los datos que se generan al datacenter produce inconveniente, saturando las redes. Es por eso que, frente a esta problemática, se realiza la instalación de servidores cerca de los sensores para que estos puedan procesar la carga de datos en el sitio.

A partir de la localización de pequeños servidores en las cercanías de usuarios y dispositivos, se logra optimizar el flujo de datos. Más aún, teniendo en cuenta que la gran mayoría de la información se genera y devuelve de forma real, obligando a acortar los lapsos de entrega de datos. A partir de esto se pueden obtener los siguientes beneficios: Confinación local del procesamiento de datos regionales de las aplicaciones de grandes datos y M2M, que incurren en un tráfico de datos mayor para los servidores de tipo edge, además de reducir el ancho de banda de la red. Permite ejecutar aplicaciones en tiempo real que necesiten de una respuesta de alta velocidad en los servidores más cercanos de tipo edge. Esto sirve para satisfacer los requisitos más severos en tiempo real. El retraso en las comunicaciones se acorta a unos pocos milisegundos, no a varios cientos de milisegundos.

A su vez, se obtiene la descarga de algunos de los procesamientos más intensivos informáticos en el dispositivo del usuario para los servidores de tipo edge, haciendo que el procesamiento de las aplicaciones sea menos dependiente de la capacidad del dispositivo. Es posible que las aplicaciones funcionen más rápido y mejoren la experiencia del usuario. Como resultado, el Edge Computing hace que sea posible implementar aplicaciones nuevas y atractivas que necesitan respuestas en tiempo real junto a las transacciones regionales de grandes datos y M2M.

Los gigantes Cloud

Amazon Web Services (AWS) engloba una gran cantidad de servicios para poder realizar distintos tipos de actividades en la nube. Desde almacenamiento a la gestión de instancias, imágenes virtuales, desarrollo de aplicaciones móviles, la nube de Amazon ha ido consolidándose a lo largo de los años como una de las más grandes del mercado.

A su vez, la compañía ha adoptado una postura clara sobre la sostenibilidad, esperando generar un impacto positivo en el medio ambiente. Tiene el compromiso de dirigir el negocio de la manera más sostenible con el medio ambiente posible y además de las ventajas medioambientales asociadas de manera inherente al uso de aplicaciones en la nube, comprometiéndose a utilizar únicamente energías renovables en toda su infraestructura a nivel global.

AWS utiliza una combinación de fuentes de energía un 28% menos contaminante que la media global. Al analizar el impacto climático de un centro de datos, se debe considerar la utilización de los recursos y la eficiencia energética, así como la combinación de fuentes de energía. Las emisiones de carbono vienen dadas por tres factores: el número de servidores en funcionamiento, la energía necesaria para alimentar cada servidor y el porcentaje de uso de fuentes de energía emisoras de gases contaminantes.

Por otra parte, Microsoft ha anunciado que lanzará una región de nube del sureste de Brasil en Río de Janeiro. La región de Azure admitirá aplicaciones en la nube para cargas de trabajo de misión crítica con alta disponibilidad y se lanzará en 2021.Junto con la región de la nube, la empresa también capacitará a alrededor de 5,5 millones de ciudadanos sobre cómo usar sus sistemas. Además de su compromiso de mejorar las habilidades de los brasileños, también anunció que utilizará aplicaciones de inteligencia artificial para proteger la selva amazónica de la deforestación.

Microsoft Azure comprende IaaS y PaaS, siendo uno de los productos más grandes dentro de Microsoft Cloud, ya que por sí mismo engloba una gran cantidad de herramientas. Su nube cuenta con más de noventa ofertas de cumplimiento normativo, el 95% de las empresas incluidas en la lista Fortune 500 confían en Azure e invierten al año en seguridad la cifra de mil millones de dólares para proteger los datos de los clientes frente a las ciberamenazas.

Google se encuentra potenciando sus servicios en la nube en América Latina. Hacia 2012 instaló su primer DC en la región, para lo cual invirtió US$150 millones. Está ubicado en Quilicura y el año pasado se presentó oficialmente una ampliación. Este nuevo centro se ubicará entre las comunas de San Bernardo y Cerrillos, en un terreno de al menos 23 hectáreas, y su inversión será de US$200 millones.

Por su parte, Oracle lanzó recientemente Oracle Cloud Observability and Management Platform, un conjunto de herramientas de administración, diagnóstico y análisis para administrar múltiples nubes y entornos locales. El objetivo es que las empresas solamente necesiten una plataforma para poder gestionar distintos entornos y contenedores. El objetivo es utilizar estas plataformas para asignar recursos y optimizar costos rápidamente.

Con un volumen de ingresos anuales por computación en nube que supera los 20 mil millones de dólares, IBM ha creado un negocio de nube híbrida que incluye una amplia gama de ofertas como servicio, software, hardware y servicios profesionales que permiten asesorar, migrar, construir y gestionar soluciones Cloud en entornos públicos, privados y on-premise. A través de su red global de más de 60 centros de datos en nube en 19 países y 18 zonas de disponibilidad en 6 regiones, la nube pública de IBM ayuda a las empresas de todos los sectores a satisfacer requisitos de seguridad, resiliencia, desempeño y despliegue global.

Perspectivas & tendencias

En América Latina, de acuerdo con las predicciones indicadas por IDC, el para 2023, más de la mitad de la economía global será digital, por lo que se acelerarán las inversiones en tecnologías claves y nuevos modelos operativos para lograr hipervelocidad, hiperescala e hiperconexión.

La hipervelocidad es la capacidad de crear y mejorar servicios, y experiencias digitales a un ritmo 100 veces más rápido que hoy. Hiperescala: desarrollará e implementará tantas aplicaciones y servicios digitales en los próximos cuatro años como en los últimos 40 años y los desplegará en miles de millones de dispositivos de borde y millones de ubicaciones de computación Edge. Hiperconectividad: amplificando su propio poder innovador mediante la expansión masiva de sus cadenas de suministro digital, a través de código abierto y comunidades de código y datos de terceros y creando nuevas fuentes de ingresos mediante la distribución de sus propios servicios digitales en las cadenas de suministro digital de otros.

En la economía digital, cada empresa tiene el potencial de convertirse en una plataforma, con una comunidad de desarrolladores externos a su alrededor, para amplificar su valor más allá de su propio alcance directo. Aquellos que no construyan un ecosistema de distribución digital indirecto de este tipo estarán infrautilizando significativamente sus activos digitales, reduciendo su oportunidad de ingresos en un 20% o más.

En 2025, casi el 50% de las empresas en América Latina serán productores prolíficos de software, con código implementado diariamente, más de 90% de nuevas aplicaciones nativas en la nube, 65% del código de origen externo y 1.5 veces más desarrolladores. A su vez, para dicho año, más de la mitad de las nuevas aplicaciones empresariales incorporarán IA; para 2024, más del 35% de las interacciones de interfaz de usuario utilizarán uso de video inteligente, habla, procesamiento de lenguaje natural y realidad virtual/aumentada habilitados por inteligencia artificial.

Salir de la versión móvil