Según una encuesta realizada por el IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos), una organización técnica profesional dedicada al avance de la tecnología, el 19% de los encuestados cree que la manufactura será uno de los segmentos más impactados por la tecnología en 2021. El estudio también mostró que el 55% de los encuestados aceleró la adopción de la computación en la nube durante la pandemia, el 52% adoptó 5G y el 51% había acelerado proyectos de inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Aunque las tecnologías innovadoras como el 5G todavía no son una realidad en el mercado andino, la preocupación por la innovación tecnológica debe estar en el radar de la industria local para seguir siendo competitiva y productiva frente a los desafíos que impone el COVID-19 y en el escenario post pandémico.
El año 2020 marcó un hito y trajo grandes aprendizajes a todo el sector, que, casi de forma obligatoria, empezó a ver que el camino para seguir siendo competitivo comienza con la transformación digital. La demanda de tecnología impulsada por la pandemia obligó a las empresas a salir de su zona de confort, abandonando portapapeles y hojas de cálculo en la computadora.
Y esta jornada iniciada el año pasado apenas comienza. Incluso con un escenario aún incierto, el 2021 requerirá que la industria de la región Andina se concentre en dos puntos principales: la digitalización y la planificación.
1) Digitalización
La consultora McKinsey predice que, para el 2025, los procesos relacionados con la transformación digital de la manufactura pueden reducir los costos de mantenimiento de los equipos hasta en un 40%, reducir el consumo de energía hasta en un 20% y también aumentar la productividad laboral en la industria hasta en un 25%. Para alcanzar estos niveles avanzados, la industria Andina debe primero incrementar los niveles de digitalización de todos los procesos de negocio y realizar una adecuada verificación de los datos relacionados con la operación.
La pandemia ha acelerado la necesidad de un mayor control del inventario y de la producción, especialmente en el sector de alimentos. Muchas empresas medianas y grandes aún no cuentan con soluciones avanzadas para esta labor y necesitan un sistema de gestión completo que recoja toda la información relevante y les ayude a controlar el negocio de forma integrada.
La carrera por acelerar los procesos manuales empezó a darse de forma paulatina en 2020 y debe seguir creciendo en 2021. Todavía se hacen muchas notas en los portapapeles en el piso de la fábrica, pero hoy en día ya existen aplicaciones que, instaladas en una tablet por ejemplo, traen apuntamientos da fácil entendimiento, simplificando los procesos con información para la toma de decisiones en tiempo real. Estas soluciones mejoran las tasas de entrega, disminuyen las pérdidas dentro de la fábrica y también contribuyen a aumentar la productividad de los empleados.
La gran consideración aquí es la importancia de capacitar a los empleados, ya que es inútil que las empresas inviertan en las mejores tecnologías disponibles sin tener cuidado de habilitar a quienes realmente las operarán. Este factor es crucial para concienciar al equipo de la percepción real de ganancias para el negocio, además de permitir que la empresa alcance todo el potencial de las tecnologías adoptadas.
2) Planificación
Otro factor importante apalancado por la pandemia, y al que se debe prestar más atención este año, es la planificación de la producción, que se convierte en un tema más estratégico para las empresas. Esto se debe a que es fundamental predecir la capacidad que tiene la industria para satisfacer la demanda del mercado y tener la visibilidad de los procesos dentro de la fábrica.
Las soluciones tecnológicas avanzadas permiten, por ejemplo, simular diversos escenarios y analizar el impacto de un nuevo pedido, calcular plazos o evaluar cómo atender a un cliente específico y diagnosticar qué factores impactan en toda la productividad diaria de la industria. Estos sistemas también consideran el stock, evaluando si es insuficiente o en exceso, lo que ayuda a reducir pérdidas o compras erróneas de insumos, y también controla el flujo de caja.
El sector debe analizar este punto detenidamente. Hay empresas en el país, incluidas las medianas, que aún utilizan sistemas muy básicos para realizar estos controles y cálculos, que no correlacionan toda la información de la empresa y no aportan la inteligencia y eficiencia que el momento requiere.
El escenario actual, que ya viene de 2020, nos muestra que las relaciones de consumo han cambiado incluso los canales de venta. Será imposible adelantarse a la competencia sin una solución tecnológica que ofrezca el soporte necesario para simular escenarios, buscar traer la mayor previsibilidad posible a la cadena de suministro y adaptarse al aumento y cambio de la demanda.
Ante este escenario, los líderes y gerentes de TI que trabajan en la industria colombiana y andina deben mirar de cerca sus sistemas si quieren tener éxito en 2021. En el caso de las pequeñas y medianas empresas, el camino pasa por la adopción de un ERP completo y confiable; mientras que para las grandes empresas la ruta va más allá y prevé avances hacia la Industria 4.0. Ciertamente, aquellos que tienen un proceso de planificación y digitalización más estructurado tendrán más éxito en los negocios y también apoyarán el desarrollo del segmento en su conjunto.