El 2020 cambió el negocio. Fue un año que nos obligó a reconvertir muchos de nuestros objetivos y, aunque fue extremadamente desafiante, nos dejó grandes cambios y experiencias renovadoras. Todas las empresas atravesamos muchísimas modificaciones a nivel RRHH, y creo que la mayoría resultaron muy beneficiosas.
Al principio de la pandemia, Data IQ vivió un freno en muchos de los proyectos, pero luego se fueron dando otros e incluso nos acercamos a nuevos clientes. Hubo incertidumbre, pero logramos finalizar el año con un balance laboral muy bueno.
En general, creo que todo lo que tiene que ver con el espacio laboral y la dinámica de trabajo va a cambiar para siempre. Por eso, nosotros vemos que en muchos clientes o posibles prospects se van a dar necesidades nuevas que desde nuestro lugar vamos a poder resolver, porque tuvimos este 2020 de práctica. Las empresas van a necesitar medir otras cuestiones, seguir sus negocios de formas nuevas y nosotros podremos incorporar estrategias de trabajo dinámicas y efectivas.
Sin duda, el 2020 fue un año piloto donde comenzamos a desarrollar cambios que se verán reflejados en 2021: elaboramos proyectos de consultoría con un abanico amplio de tecnologías de analítica avanzada, y diversificamos aún más nuestros servicios. Todos nuestros cambios vinculados a gestión de personal se van a acentuar porque hemos visto resultados muy buenos: fomentamos encuentros más descontracturados entre nosotros y los clientes, desarrollamos nuevas herramientas de trabajo en tiempo récord. Sin duda el 2021 vendrá con mayores desafíos, a nivel laboral, pero también desde el lado del negocio.