Con la continua modernización de las grandes ciudades se han logrado resolver grandes problemáticas a las que se enfrentan los ciudadanos diariamente. Con la tecnología ahora nos erigimos hacia un modelo de desarrollo integrado que tiene como prioridad la seguridad pública, movilidad urbana y la vigilancia ambiental, en donde es necesario que la sostenibilidad urbana sea más inteligente. La tecnología de conectividad y el Internet de las cosas (IoT), se han vuelto los recursos imprescindibles para lograr que las grandes urbes se conviertan en ciudades inteligentes; siguiendo esta línea, es preciso conocer cuáles son las tendencias clave para poder llevar a cabo la transición de una ciudad convencional a las famosas Smart Cities.
Protección de datos: Para las ciudades inteligentes la información y la recopilación de datos permite la planificación y optimización de la infraestructura existente, cuando se lleva a cabo el análisis de costo-beneficio al implementar herramientas tecnológicas, es preciso que la información de flujos de datos, localizaciones y consumo de energía, se analicen y procese de manera detallada, siempre a razón de garantizar que se proteja la privacidad de los ciudadanos. Para asegurar que los datos personales no sean tratados con fines distintos, es necesario que los funcionarios legislen en materia de protección de datos en manos de órganos del Estado y particulares, para cumplir con las leyes que hasta ahora existen para tratar este apartado, ya que hacen posible la generación de flujos de información que redunda en crecimiento económico y el mejoramiento de bienes y servicios.
Ciberseguridad: Cuando se piensa en ciudades inteligentes no se debe menoscabar el hecho de que la conectividad es una puerta abierta a la inteligencia de los datos, es decir que la exposición y vulnerabilidad ante ataques cibernéticos es una posibilidad latente. En primer lugar, porque los datos los generan fuentes más dispersas en varios lugares. En segundo lugar, ha habido un número cada vez mayor de personas que trabajan para las autoridades de la ciudad y ejecutivos de alto nivel, como CIO y CDO, que han pasado a trabajar de forma remota, donde el nivel de seguridad podría no ser tan alto. Las repercusiones de un ataque cibernético podrían ser catastróficas, por tal motivo se ha vuelto uno de los temas centrales para las autoridades con la finalidad de generar mayor la responsabilidad de seguridad compartida de todos los interesados en la red, políticas actualizadas o una gestión eficiente de los dispositivos.
Procesamiento Perimetral: Otro de los desafíos en las ciudades inteligentes se refiere a la manera en que los dispositivos se comportan como facilitadores en el procesamiento de datos para lograr transferir esta información a otros dispositivos. Mover la potencia de procesamiento al borde proporciona ventajas fuera de las capacidades analíticas; tales como menor consumo de ancho de banda, mejor confiabilidad y menor latencia del sistema, lo cual es importante para el análisis en tiempo real. En última instancia, el uso del procesamiento de borde ayudará a integrar más sensores y datos para que los sistemas de la ciudad sean más interoperables. Contar con el procesamiento perimetral ayudará a operar de manera más eficiente el análisis de los datos recopilados, para la gestión de las Smart cities.
Movilidad Urbana: A medida que una ciudad crece, igualmente las necesidades y el flujo de tráfico, en donde es necesario contar con nuevas soluciones de gestión de aparcamiento y optimización del transporte público. Para lograr que se optimice la manera en que los usuarios se trasladan de un sitio a otro, existen diversas soluciones que pueden ayudar a que se tengan los datos adecuados en tiempo real para mejorar la estructura en la ciudad. Este tipo de soluciones ayudan a resolver en tiempo real cualquier situación, y son de apoyo en casos de crisis cuando se requiere una reestructuración.
Sostenibilidad: Actualmente las consecuencias que se han desencadenado a raíz del cambio climático son innegables, por ello, es preciso que las ciudades inteligentes donde la tecnología es el motor principal de esta transición, se empiecen a implementar toda una cadena de suministro de manera sostenible, con la finalidad de lograr que las emisiones de carbono disminuyan y se genere un medio ambiente más sano. Diversas empresas han optado por acuñar el término Green IoT, la cual describe la cantidad de formas en que el IoT puede reducir la huella de carbono causada por las aplicaciones y características existentes, haciéndolas más eficientes energéticamente, y provocando que los dispositivos IoT sean más sostenibles en su producción.
La información nos ayuda a entender cómo es que paulatinamente se ha logrado la transición a ciudades inteligentes, sin embargo, es importante que se cuenten con las soluciones adecuadas para responder a cada una de estas tendencias. De cara al 2021, es necesario que se tomen en cuenta todas las tendencias emergentes para lograr proyectos de ciudades que estén preparadas para solventar las necesidades de los habitantes.