La actual crisis sanitaria generó una serie de cambios y desafíos para múltiples industrias. Sin embargo, también propició un auge respecto a la transformación digital en el mundo. Según una investigación de Global Data, que proporciona datos únicos a empresas de las industrias más grandes del mundo, el 35% de las empresas de la industria aseguradora en el mundo está invirtiendo en la tecnología de drones.
Esta tendencia ha cobrado especial interés debido a su facilidad para:
-Vigilar y optimizar recursos sin necesidad de exponer al personal a incidentes;
-Medir con precisión y gran velocidad bienes dañados por un desastre natural;
-Inspeccionar propiedades in-situ para un mejor entendimiento de los daños esperables en caso de su ocurrencia.
Cristian Di Iorio, UW Property Manager de Chubb Argentina, explica: ‘Esta tecnología ofrece múltiples beneficios para todo tipo de industrias. Los drones pueden desplegarse rápidamente y brindar una visión detallada y en tiempo real de las estructuras externas. A su vez, la tecnología complementaria brinda más información y datos optimizados, aumentando también la seguridad de los trabajadores al reducir la necesidad de una inspección física’.
Algunas de las principales ventajas de incluir esta tecnología son las siguientes:
Optimización de procesos: Los avances que presenta la tecnología de drones permiten a las aseguradoras llegar a lugares poco accesibles para una persona. Asimismo, pueden efectuar maniobras de reconocimiento y tomar fotografías de los daños, brindando una visión detallada y en tiempo real de las estructuras. Gracias a ello, se optimizan los procesos y se brinda a los clientes una mejor atención.
Di Iorio agrega: ‘Los drones mejoran las inspecciones de prevención de pérdidas en nuevas e impactantes formas, ya que resultan muy útiles para administrar el mantenimiento de rutina, el planeamiento del capital y el riesgo general de la propiedad’.
Mitigación de siniestros: Esta tecnología de vanguardia mejora todas las inspecciones de prevención de pérdidas, ya que ofrecen un mejor entendimiento del estado de techos y otras condiciones edilicias garantizando la realización de inspecciones preventivas de manera rápida, ágil y sencilla.
Los drones dan lugar a una evaluación y reconocimiento del terreno a través del uso de video, fotografías, reconstrucción en 3D y el uso de equipos de termografía adaptados que permiten la toma de lecturas infrarrojas garantizando de esta manera mayor precisión.
Por otra parte, la cámara termográfica, además de ofrecer una imagen normal y una infrarroja, permite la detección de puntos calientes, fugas de agua o de gas y la localización de pérdidas energéticas, entre otras.
Entorno laboral más seguro: Con el distanciamiento social y las medidas de cuarentena, tanto las operaciones presenciales, como las inspecciones y evaluaciones de los terrenos son mucho menos viables. Los drones no solo aumentan la seguridad al reducir la necesidad de una revisión física posterior a la ocurrencia de graves incidentes, sino que también permiten evaluar la propiedad en forma remota. Montar la cámara térmica en un dron permite, asimismo, revisar grandes espacios de terreno en un único vuelo.
Atención de primer nivel: Parte importante de esta práctica es implementar apartados legales como la privacidad de la información personal para no afectar a los ciudadanos durante los procesos de inspección.
Cristian asegura: ‘Entendemos que el uso de drones puede traer aparejados problemas de privacidad. Abordamos este tema con la seriedad que merece, comprometiéndonos a mantener segura toda la información de nuestros clientes’.
La innovación tecnológica está transformando los procesos de las aseguradoras para mejorar las respuestas a los clientes en situaciones complejas. Sin lugar a duda, contar con estas herramientas tecnológicas es un gran aporte para la prevención y atención rápida y oportuna frente a diversos tipos de incidentes.