Es claro que la tecnología tiene un rol cada vez más importante en nuestras vidas. Hoy nuestra expectativa no es sólo utilizarlas a nivel personal sino tener la certeza de que las distintas empresas e instituciones con las que interactuamos las implementarán para hacer más eficientes ciertos procesos que realizamos como pagar nuestros impuestos, atendernos en una institución médica, votar a un nuevo candidato presidencial, estudiar, entre otros.
Un ejemplo reciente de esto es el anuncio que realizó el presidente Obama relacionado a la migración de los servicios del gobierno americano a la nube. Y claramente, estar en la nube deberá permitir también entregar la información de forma eficiente pero que a la vez garantizando la seguridad de la misma. Porque cuando se trata de implementar tecnologías que mejoren los procesos internos del gobierno, éste enfrenta un triple desafío:
• Cumplir con su responsabilidad de proteger y servir a los ciudadanos.
• Mejorar sus procedimientos internos y darles un acceso más eficiente a la información a sus empleados.
• Garantizar la seguridad de la información.
Asimismo, deben ser capaces de actuar y compartir información vital de la forma más eficaz con distintos organismos ubicados en lugares diferentes del país. El gobierno debe poder apoyar a sus empleados sin importar en dónde se encuentren, ya sea en una entidad principal o remota, en su casa, mientras viajan fuera del país o si están en la calle. También debe poder recuperarse rápidamente ante posibles interrupciones del servicio.
En América Latina, los gobiernos están haciendo foco en analizar la incorporación de nuevas tecnologías. Hoy vemos como cloud computing, virtualización y redes sociales comienzan a transformar la relación de los gobiernos con sus empleados y con los ciudadanos. De hecho, en la región ya se han realizado proyectos de virtualización de escritorios en el gobierno con el objetivo de incrementar la seguridad de la información, extender el plazo de utilidad del hardware disponible, lograr administrar de forma central toda la estructura de TI y proporcionar movilidad a los empleados en aquellas ocasiones en que se hace necesaria.
Pero también, la virtualización permite mejorar los servicios que se prestan a los ciudadanos. En Latinoamérica también se realizaron proyectos en el área de educación que les permiten a los alumnos utilizar un dispositivo en la escuela y acceder desde el mismo a sus escritorios virtuales que almacenan toda la información que necesitan para hacer sus tareas. Por otro lado, la implementación de virtualización también puede aportarle valor a los centros médicos públicos ya que permite optimizar y simplificar la gestión de las historias clínicas y aumentar la disponibilidad de la información de cada paciente.
Claramente, estamos en un contexto de evolución y las tecnologías disponibles generan hoy la oportunidad de ofrecer procesos y servicios nuevos, simples y más eficientes. A su vez, generan el espacio para una mejor interacción entre los gobiernos y los ciudadanos, adaptada cada vez más a las necesidades que ambos identifican y requieren.