Big Data: un gran desafío, una gran oportunidad

 En los últimos años hemos vivido la gran explosión de las redes sociales, Internet y la tecnología móvil. Sin proponérselo, las empresas recogen de manera permanente volúmenes exponenciales de datos, y a esto se refiere el término Big data, del que se está comenzando a escuchar cada vez más. Big data son los grandes volúmenes de datos producidos por la propia operación de las empresas. Pero si sólo quedan almacenados, esta información tiene poco o ningún valor. Sin embargo, hoy existen una serie de herramientas de análisis de datos de alto rendimiento, capaces de clasificar los más grandes volúmenes de información, proporcionando análisis inteligente, filtros y clasificaciones que de otro modo no estarían disponibles.

 
Así, las empresas pueden convertir en información valiosa lo que de otra forma sería una variedad de datos difícil de manejar. Big data se presenta entonces como información procesable que proporciona una visión sin precedentes de las operaciones de una compañía, brindando una importante ventaja competitiva y permitiendo una personalización extrema en la oferta de servicios y productos a los clientes. Esta técnica de análisis de datos que proporciona Big data consiste en utilizar algoritmos matemáticos que permitan extrapolar datos en base a datos históricos. Esencialmente, lo que Big data  permite es romper con el paradigma tradicional de análisis de datos, creando un método nuevo e innovador de estudio profundo de dicha información.
 
Si bien se dice que los avances de la tecnología están haciendo que el mundo se vuelva más pequeño, cualquier persona involucrada en la recolección, almacenamiento y procesamiento de datos sabe que esta declaración dista de ser cierta. A medida que la tecnología avanza, también avanza el tamaño, el alcance y la complejidad de los datos recogidos. Por ejemplo en Facebook, una plataforma social que se puso a disposición de las masas hace apenas unos cinco años, se comparten 30 mil millones de contenidos cada mes. La Biblioteca del Congreso de los EE.UU., uno de los lugares de almacenamiento de información más grandes del mundo, recogió 235 terabytes (o 235 millones de millones de bytes) de datos en abril de 2011 solamente. Cada segundo de video en alta definición genera más de 2.000 veces la cantidad de bytes necesarios para almacenar una sola página de texto.
 
Más allá de la explosión de las redes sociales, los aumentos exponenciales en el alcance y el uso del monitoreo remoto y de las tecnologías de detección, así como el crecimiento constante en la recolección y la indexación de datos por parte de los motores de búsqueda en línea y otras herramientas de Internet, se han combinado para crear un enorme flujo de datos jamás experimentado antes en el mundo. Exacerbando aún más la situación, podemos nombrar la proliferación de los dispositivos de consumo portátil con Internet, tales como los teléfonos inteligentes y las computadoras portátiles.
 
En pocas palabras, en la actualidad no existe un dispositivo de computación en el mercado que pueda almacenar y procesar este volumen de datos por sí solo. Incluso las complejas bases de datos relacionales no pueden manejar Big Data con la eficiencia y la eficacia que necesitan las empresas modernas. Big Data tiene el potencial para convertirse en una ventaja estratégica para las compañías que lo gestionen adecuadamente.
 
La continua expansión de Big Data ofrece potencial para una gran oportunidad, así como para un gran desafío, si es que las compañías saben aprovecharlo. Oculto dentro del flujo de lo que a primera vista son datos sin sentido yace un tesoro de abundante información que pudo no haber estado disponible para el análisis incluso hasta hace unos pocos años. Y a medida que el volumen global de datos aumenta, crece el volumen de información procesable, aunque por lo general no es evidente de inmediato.
 
Este tipo de información valiosa puede ocultarse en cualquier otro flujo de datos aparentemente infranqueable: tweets con palabras clave críticas, transacciones financieras realizadas por los principales grupos demográficos de consumidores clave en los lugares y momentos determinantes, o cualquier evento, opinión o acción importante que deba filtrarse y recuperarse de entre miles de millones o incluso millones de millones de eventos, opiniones o acciones similares pero sin sentido.
 
Aunque no haya dos empresas que experimenten el mismo problema, la misma solución o el mismo beneficio en términos de Big Data, todas las compañías que recogen importantes volúmenes de información tienen en común el gran desafío de aprender a sacar provecho de la misma. Big Data llegó para quedarse, se volverá cada vez más grande, y su aprovechamiento o falta de ello puede hundir una empresa o elevar sus niveles de competitividad, dependiendo de la capacidad de respuesta y adaptación a esta realidad que se impone.
Salir de la versión móvil