El uso corporativo de drones es cada vez más común en todo el mundo. Empresas de diferentes sectores encuentran en los vehículos aéreos no tripulados (VANT) aliados tecnológicos y estratégicos para el desarrollo de sus actividades. Una encuesta de PwC muestra que, globalmente, el mercado ya ha alcanzado los 127.000 millones de dólares de ventas por año y debería seguir creciendo. Un ejemplo es el sector agroindustrial que, según el estudio, debería expandir el uso de los equipos hasta en un 69% en las próximas décadas.
En Argentina, esta tendencia no es diferente. Tanto es así que, desde el 1 de enero de 2021, hay una nueva legislación a seguir para el uso de VANTs. Pero, ¿por qué este tipo de tecnología está tan de moda y es cada vez más importante para la estrategia de negocios de las empresas en el futuro, y especialmente para el agronegocio? ¿Cuáles son las ventajas que estos dispositivos aportan a la productividad de empresas e industrias?
El principal beneficio del uso de drones en el campo es la posibilidad de generar imágenes aéreas de calidad y amplitud en cualquier territorio de cultivo y, a partir de los registros, analizar tanto su estado actual como de las mejoras a realizar. Con esto, una serie de actividades diarias no solo se pueden automatizar, sino también mejorar.
Un buen ejemplo es el control de plagas y enfermedades. El escaneo aéreo proporciona información instantánea sobre las plagas y la salud de las plantaciones, incluido el nivel de nutrición. Las fotos y videos tomados con los drones brindan precisión sobre el estado de todo el cultivo, 100% digital y en tiempo real.
Además, la tecnología hace el conteo de plantas, muestra fallas y líneas de cosecha, identifica malas hierbas y evalúa el estado general de hojas y/o frutos. Los VANTs pueden incluso mostrar si la tierra necesita más nutrientes o riego, así como irregularidades y características del terreno, señalando los lugares más adecuados para cada tipo de cultivo. Toda esta información, sin duda, proporciona al agricultor una visión mucho más detallada del campo, sin necesidad de que realmente se desplace y realice esta evaluación de forma manual y sujeta a errores.
Desde hace tiempo, reconocemos cada vez más que la tecnología aumenta la productividad general del trabajo en el campo, ya sea automatizando todos los procesos agrícolas, aplicando IoT en máquinas agrícolas, cruzando datos para la toma de decisiones, entre otros usos que ya están consolidados. Ha llegado el momento de incluir drones y todas sus ventajas en este paquete. Es un camino sin retorno, donde el campo se verá beneficiado. Los VANTs aportarán el diferencial que el agronegocio argentino está buscando para ser competitivo en el mercado local y global.