¿Por qué las empresas necesitan una latencia menor a los 10 milisegundos?
El 60% de los tomadores de IT globales aseguran necesitar una latencia de 10 milisegundos o menos para sus aplicaciones, mientras que un 20% redobla la apuesta y afirma que su límite está por debajo de los 5 milisegundos. El dato surge del estudio Informe de Tendencias Globales: cómo la Cuarta Revolución Industrial está cambiando la TI, las empresas y el mundo.
La buena noticia es que las nuevas tecnologías de comunicaciones como 5G, sumadas a nuevos modelos arquitectónicos de infraestructura de IT como edge computing apuntan precisamente en esa dirección: que los retardos en la transferencia de datos sean mínimos y que el desempeño alcance el máximo de su potencial, aun cuando se trate de aplicaciones exigentes como video, realidad virtual o aumentada o juegos.
El modelo de Industria 4.0 propone una digitalización y una automatización de los procesos corporativos de punta a punta, abarcando incluso a toda la cadena de valor, con el objetivo de ganar eficiencias, incrementar la productividad, disminuir los costos y hasta, como consecuencia de todo lo anterior, abonar las prácticas sustentables.
En este contexto, la disminución de la latencia resulta clave para llevar adelante operatorias complejas sin que haya interrupciones o delays que dificulten o hasta impidan la concreción de las tareas.
Desde maquinarias que se manejan a distancia hasta cirugías realizadas de manera remota a través de una cámara, a un recorrido virtual por un edificio en construcción o una instalación minera hasta descargar un documento audiovisual en apenas un par de segundos, las aplicaciones que se beneficiarán por este avance tecnológico son prácticamente ilimitadas.
La plataforma de Lumen brinda agilidad de TI con capacidades de cómputo de borde para experiencias de aplicaciones y datos de alto rendimiento y baja latencia.
Agustín Speziale, gerente de Gestión de Productos para Lumen, LATAM, explica: ‘La cuarta revolución industrial presenta una oportunidad única para que las empresas puedan ser, simultáneamente, competitivas y sostenibles. Que su infraestructura de comunicaciones les garantice una muy baja latencia expande la posibilidad de avanzar hacia modelos productivos más inteligentes, aprovechando los datos que se generan gracias a la transformación digital y así poder mejorar, logrando la sostenibilidad mencionada’.