Ford Motor Company es el primer fabricante de vehículos en utilizar un robot para sentir la calidad de sus productos. RUTH, el robot de Ford, que debe su nombre a las siglas en inglés Robotized Unit for Tactily and Haptics (Unidad Robotizada para las Sensaciones Táctiles), es el encargado de medir, por ejemplo, la calidad de los tapizados y de las perillas de los autos tal como sentiría una persona.
El sentido del tacto y el entendimiento intuitivo de la calidad son características humanas innatas. Para los ingenieros de Ford, la sensación que se produce al tocar los componentes del auto genera en los usuarios la idea de que éste es especial. Por eso RUTH es el encargado de cuantificar las características del vehículo, en cuanto a su dureza, temperatura, suavidad y comodidad.
RUTH puede verse en acción en www.facebook.com/fordargentina. Consta de un brazo gigante con seis articulaciones y está programado para girar las perillas, apretar los botones e interactuar con muchas de las zonas del interior del vehículo, de la misma manera que lo haría una persona. De esta manera, Ford obtiene datos cuantitativos de las sensaciones que experimentan los usuarios al conducir un vehículo de alta gama.
Eileen Franko, Supervisor de Manufactura de Ford, asegura: ‘gracias a los datos proporcionados por RUTH, podemos estar seguros de cómo se sentirá un cliente que compra un coche de alta gama’.
Durante años, la calidad Ford fue medida a través de numerosos estudios alrededor del mundo, donde los consumidores testearon varias partes de los vehículos, documentando sus preferencias. Ruth convierte esos datos en información concreta que describen la calidad.
‘El cliente espera contexturas suaves y partes sólidas y resistentes, terminaciones prolijas y vehículos bien diseñados. Traducimos los comentarios de los clientes en matrices de ingeniería para llegar más lejos en el diseño y alcanzar un nivel superior. RUTH simula las habilidades motoras de una persona, lo que nos permite obtener medidas precisas que explican lo que el cliente quiere. Los ingenieros pueden tomar las conclusiones y aplicarlas’.
Luke Robinson, técnico de Ruth, concluye: ‘gracias a todos los años que hemos invertido en investigar los gustos de nuestros clientes, ahora con Ruth podemos medir exactamente cómo se siente la calidad, qué es lo que la mayoría de nuestros clientes quiere y tener así un punto de partida’.