Nube for dummies

Para el mundo tecnológico y empresarial, el concepto de Cloud Computing ya se convirtió en algo intrínseco de casi toda organización. Sin embargo, esta nueva herramienta que encuentra excelente recepción y se extiende a pasos agigantados, puede llegar a desorientar en primera instancia a todos aquellos que no estén familiarizados con el tema. ¿Qué es la nube? ¿Qué beneficios puede obtener una empresa a partir de su aplicación?

 
El contexto en el que vivimos demanda que las Tecnologías de la Información (IT) se reinventen constantemente para satisfacer la demanda de los consumidores. Millones de operaciones dependen cada vez de forma más exclusiva de estas tecnologías. Frente a este nuevo paradigma, el principal desafío a nivel empresarial se resume en cómo escalar la infraestructura y mantener disponibles todas las aplicaciones del negocio buscando una relación de costos más eficiente. Implica no solo entender cómo administrar el equipamiento físico, sino también el proceso de virtualización y automatización.
 
La inversión en infraestructura generalmente incrementa la capacidad de las empresas. Pero al mismo tiempo, una arquitectura más compleja también dificulta la administración de la misma. ¿Cómo pueden resolver las empresas este dilema implementando soluciones de IT? De esta pregunta deriva Cloud Computing, que implica un cambio vertiginoso en el tradicional modelo de las empresas.
 
El término puede sonar algo confuso, pero no lo es para los profesionales que ya lo incorporaron como algo natural. La nube constituye un nuevo modo de adquirir y suministrar servicios que se centra en la experiencia de consumo del usuario. No solo está fuertemente vinculada con el self-service, sino que también se caracteriza por su agilidad y elasticidad. Para los especialistas, las características más importantes son las que hacen foco en la economía:
 
Es un modelo usage-based; se paga únicamente por lo que usa
 
Es un modelo on-demand, que permite crecer de manera escalonada.
 
Existen tres tipos de nubes y cada una se adapta a distintas necesidades según la empresa. La nube privada cuenta con una infraestructura propia o alquilada en forma exclusiva por la misma organización. La nube pública se basa en estructura de una compañía privada que cobra a los usuarios en base al uso y es compartida por múltiples clientes. Finalmente la nube comunitaria posee una infraestructura compartida por múltiples organizaciones asociadas a una comunidad con objetivos comunes.
 
Con la tendencia en alza de llevar todo a la nube, desde Baufest lo que sugerimos es que antes de adoptar este modelo, las empresas consideren estas cuatro preguntas claves: 
 
¿Qué oportunidad de mejora introducirá el modelo cloud en mi empresa?
¿Qué debería llevar a la nube y que no?
¿Cuál es el roadmap más adecuedo?
¿Qué indicadores debo tener en cuenta para medir beneficios, performance y ROI?
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