Las organizaciones a nivel mundial están emprendiendo una cruzada continua por ser más productivas y eficientes. Y sin importar su tamaño, la mayor parte de las empresas han comenzado a subirse a la tendencia de Bring Your Own Device (BYOD): la práctica de dejar a sus empleados trabajar con sus propios dispositivos móviles, tales como Ultrabooks, tabletas y smartphones bajo la infraestructura de su compañía.
En Latinoamérica, las tabletas ya tienen tasas de penetración de 12% a 30% entre los ejecutivos, que las usan como un complemento para las PCs tradicionales, de acuerdo con el Techaisle Mobility Adoption & Trends. Entre los empleados que más las utilizan, están los altos gerentes y el personal de ventas.
De acuerdo con los datos reportados por IDC (International Data Corporation) en este mes, 47% de las compañías de los países de Latinoamérica cuentan con plataformas de gerenciamiento de control del uso de dispositivos móviles para uso personal en el ámbito corporativo. Los países que tienen porcentajes de adopción más altos son: Argentina (64%) y Chile (45%), mientras que Brasil aún está en un 40%.
El primer paso que debe seguir es establecer los sistemas que permiten proteger los datos que circulan a través de todos los dispositivos de la red interna: para ello, es necesario contar con plataformas de administración de redes que cuenten con soporte para todo tipo de dispositivos, de manera que la información de la empresa no pueda ser visualizada desde el exterior de la red local y no queden así vulnerables a intrusiones o ataques informáticos a través de internet. Se pronostica más de 15 mil millones de dispositivos estén conectados para el 2015, aumentando la posibilidad de propagación para estos ataques a lo largo de toda la infraestructura.
Una vez establecidos estos sistemas, es importante implantar plataformas compatibles entre sí que permitan establecer una experiencia fluida entre los dispositivos con un mismo sistema operativo, como Windows 8, de manera que sea posible entregar a los empleados la ventaja de trabajar sin interrupciones desde un equipo de escritorio a una tableta y de ahí a un smartphone, sin restar compatibilidad, asegurando la productividad de sus trabajadores ya sea dentro o fuera de la oficina.
Por último, es indispensable, independientemente el tipo de organización, invertir y renovar los equipos para conseguir ejecutar la administración de esta práctica y la red de la empresa. Tanto para su uso en labores de producción o administración, las nuevas generaciones de Ultrabooks y tabletas ya igualan a las terminales de escritorio en materia de desempeño, incluyendo también características de ahorro de energía y seguridad que pueden resultar cruciales a la hora de optimizar gastos en tecnología.
Todo lo anterior combinado permite implementar de forma robusta el BYOD instaurando la total movilidad de los ejecutivos de la compañía y un gran impacto en la productividad, reduciendo así los costos a largo plazo y de paso su infraestructura, para enfrentar mejor los desafíos del trabajo en el futuro.