Es evidente el poder e influencia de las herramientas de comunicación digitales en la sociedad moderna, y el lugar que ocupan en la vida diaria de millones de consumidores en todo el mundo. Pitney Bowes, a través de un reciente informe, introduce una reflexión que, a mi entender, es un planteamiento que muchas empresas deberían hacerse, ¿está nuestra organización preparada para beneficiarse del análisis de datos en redes sociales?
Cada día se generan 2.5 trillones de bytes de datos, y el 90% del volumen actual fue creado en los últimos 2 años solamente. Los datos disponibles son un buen recurso para entender las motivaciones y preferencias del consumidor, y de esa manera crear relaciones más duraderas con nuestros clientes. Sin embargo, “el rápido crecimiento de los datos de los consumidores combinado con el impacto cada vez mayor de los medios sociales ofrecen tanto una oportunidad (más conocimientos) como un riesgo (sobrecarga de información)”.
Entender como los individuos y empresas se conectan con personas, lugares y objetos puede ofrecer mayores conocimientos sobre la naturaleza e importancia de los intercambios que se producen y, al no ser obvias, merecen un estudio específico.
El análisis de las redes sociales genera una visión alternativa, en la que las conexiones entre miembros de la red, son más importantes que sus características individuales. Esto parte de un razonamiento social y del entendimiento de la dinámica interactiva que determina en parte las decisiones del consumidor.
Un punto interesante que destaca el informe de Pitney Bowes, es que, al aplicarse el análisis de redes sociales al estudio de actividades delictivas, las instituciones financieras pudieron descubrir de 20 a 50 veces más fraudes.
La institución National Health Care Anti-Fraud Association (Asociación Nacional contra el Fraude al Servicio de Salud), estima que en Estados Unidos, aproximadamente el 3% de todos los gastos de salud -cerca de 68 mil millones de dólares-, se pierden debido al fraude.
En este sentido, conocer las afiliaciones de la persona puede ser útil para develar fraudes como: robo de tarjetas de crédito, estafas a compañías de seguros, abusos en el sistema de salud y espionaje interno. El fraude es muy complejo para detectar ya que se esconde dentro de grandes volúmenes de datos surgidos de patrones normales; pero un sistema de análisis aplicado a la vida digital puede ayudar a descubrirlos, frenar el abuso y desbaratar bandas criminales.
Es importante destacar que los beneficios no se limitan solo a la disminución de riesgos. En el plano del marketing, el análisis de redes sociales puede ayudarnos a mejorar el posicionamiento de la marca, atraer nuevos clientes y fidelizar a los actuales con ofertas personalizadas, identificar referentes y líderes de opinión, y mejorar la experiencia del consumidor.
Aunque el análisis de redes sociales todavía está en su etapa inicial en la mayoría de las compañías, su adopción es cada vez más frecuente y rápida. Por eso, y para lograr una ventaja competitiva considerable, es importante que comience el proceso de adaptación de sus estrategias de recolección y almacenamiento de datos para el futuro.