Para Latinoamérica, el futuro se presenta desafiante, pero también promisorio. Entre los principales retos de la región de cara a los años que vienen están cerrar las brechas educativas y de tecnología. Las compañías deben asumir el compromiso de colaborar con ese camino y con el desarrollo de o el apoyo a planes que apuntalen el talento, fomenten las oportunidades entre las poblaciones menos favorecidas y fortalezcan, desde todos los puntos de vista posibles, a la juventud.
Desde hace ya muchos años, SAP avanza con la premisa de comprometerse con todas las comunidades con las que opera. ¿Cómo se traduce esto en hechos? En actividades que, en los últimos tiempos, estuvieron enfocadas principalmente, en el desarrollo de talentos, la donación de software y el impulso a emprendedores sociales de la región. Los números de 2013 superaron todas nuestras expectativas: se facilitó la tarea de más de 115 organizaciones no gubernamentales, se impactó a través de donaciones la vida de casi 180.000 personas y se invirtieron más de 12.700 horas en capacitaciones y entrenamientos. Además, durante el mes de servicio, la iniciativa de voluntariado que la empresa lleva a cabo cada octubre, hubo una participación del 61% de nuestros empleados.
Por supuesto, estos esfuerzos no pueden hacerse en solitario. SAP también desarrolla alianzas con líderes del tercer sector, como Endeavor, que apoya a emprendedores que puedan impulsar un crecimiento económico sustentable, o Ashoka, una de las principales fundaciones a nivel mundial en la selección de emprendedores sociales que logren proyectos que produzcan un alto impacto y que sean fácilmente replicables.
Uno de los mejores caminos que tiene una empresa para impactar positivamente en una comunidad es a partir de su propio conocimiento. Esperansap Institute, con el apoyo de la Asociación de Usuarios de SAP (ASUG) es un programa educativo sin fines de lucro que ofrece habilidades técnicas a personas de bajos ingresos o desempleadas de Brasil. A la fecha, se logró certificar a más de 1.000 personas, de las cuales al menos 70% logró insertarse dentro del mismo ecosistema de SAP. Iniciativas similares se están llevando a cabo en Chile, donde se trabaja en conjunto con la Fundación Emplea y la Universidad Santo Tomás, y en Argentina, donde se cuenta con el respaldo del Ministerio de Trabajo.
En México, se proveyó software a Échale tu casa, una organización que provee hogar a las familias menos favorecidas, para que la entidad pudiese mejorar sus operaciones e incrementar su alcance. Lo mismo se hará con Previta, una organización del sector salud con fuerte foco en la actividad social. Por otra parte, una alianza con la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia permitió dotar de herramientas tecnológicas a los pequeños productores cafeteros, mejorar sus negocios y brindarles la llave de acceso a una vida de mayor calidad.
Otra línea de trabajo se apoya en la generación de talleres de Design Thinking, una metodología que permite desarrollar habilidades para resolver una problemática. A modo de ejemplo, recientemente se llevó a cabo en México uno de estos encuentros, con el apoyo del Centro Mexicano para la Filantropía (CeMeFi) y Avantis, socio de negocios de SAP. Allí, se reunió a organizaciones sin fines de lucro para que puedan resolver sus problemáticas a partir del uso de esta metodología.
La visión de SAP es “ayudar a que el mundo corra mejor”. No se trata sólo de palabras vacías: tienen detrás un compromiso, una estrategia y un plan concreto de acción.