Aparecen nuevos cibercrímenes con el aumento de digitalización

La situación de los últimos años ha generado un cambio en el comportamiento de las personas y en el consumo e interacción con la tecnología. La situación sanitaria impulsó a que las transacciones en línea observaran un incremento nunca antes registrado, mediante el uso de diferentes herramientas y plataformas digitales que el mercado y el comercio ofrecen. A partir de esta contingencia y el incremento del componente tecnológico en la vida de las personas, las vulnerabilidades que facilitan los crímenes cibernéticos quedan al descubierto. De acuerdo con BlueVoyant el 56% de las brechas de seguridad tardan meses en ser detectadas. Por esta razón es fundamental anticiparse con protección de datos y el uso de aplicaciones e infraestructura adecuadas para mitigar las amenazas.

Es evidente que el mundo cambia a medida que aumenta la digitalización, los hábitos de consumo se transforman, los cibercriminales también buscan nuevas variedades de ataques y de engañar a los usuarios y entidades. Esto plantea dos grandes retos para las organizaciones y la comunidad: buscar la forma de evolucionar más rápido que las amenazas, y contribuir a generar conciencia frente a esta problemática.

Estas son algunas de las nuevas amenazas cibernéticas que amenazan a entidades y a usuario finales:

Usuarios finales:

Entidades

Es importante resaltar que con la llegada del COVID-19 distintas industrias se vieron afectadas por las distintas amenazas cibernéticas. Además de su compleja diversificación, estas amenazas registraron un aumento considerable en comparación a los años pre-pandemia.

Industrias como el sector farmacéutico, así como de investigación y producción biotecnológica, siguen siendo vulnerables al ransomware, y es llamativo que se observen nuevas iniciativas de espionaje estatal buscan sustraer datos importantes sobre las investigaciones relacionadas con las vacunas para combatir el Covid-19. Los datos a su vez muestran que, de 25 ataques notificados a mediados del 2017, el 40% tomaron lugar sólo en el 2020. Dichos efectos son consecuencia directa o impulsados en gran parte por el alza de la tasa acelerada de incidentes de ransomware que hemos venido apreciando desde el año 2018.

Por otra parte, el sector de la educación se ha visto perjudicado por su bajo conocimiento y ausencia de un esquema de protección sólido e integral en contra de actividades de cibercrimen. De acuerdo con BlueVoyant, el costo promedio de un ataque de ransomware en la educación superior en 2020 fue de 447 mil dólares. Así como en el sector de pharma y biotech, los ataques de ransomware contra las universidades aumentaron un 100% entre 2019 y 2020, tendencia que no dista mucho de lo observado el 2021. Para los investigadores de BlueVoyant el ramsonware es la amenaza número uno a la que se enfrentan las universidades, y los eventos de este tipo de ataque se duplicaron en los últimos dos años. Paralelamente se reveló que las violaciones de datos fueron la segunda amenaza a la que se enfrentaron las universidades.

Consejos que tanto entidades como usuarios finales, pueden tener en cuenta para estar preparados ante estas amenazas y combatirlas de manera efectiva:

Lo más importante es que tanto las empresas, como los usuarios finales sean conscientes de las amenazas que existen actualmente en el mundo, para poder mitigar el riesgo.

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