Aplicaciones nativas en la nube, el nuevo reto para los equipos de TI

La transformación digital, acelerada por la pandemia de COVID-19, ha impulsado a las compañías de todos los sectores en los últimos dos años a adoptar tecnologías nativas en la nube, es decir, sistemas diseñados específicamente para crear y ejecutar aplicaciones escalables con una gestión automatizada a través de nubes públicas, privadas e híbridas.

De esta manera, las compañías pueden acelerar la creación de nuevas aplicaciones, mejorar constantemente las ya existentes y crear un entramado que les permita conectar sus diferentes servicios digitales entre sí. Esto ha permitido que otras formas de diseño de aplicaciones se posicionen entre los tecnólogos. Los microservicios —desarrollo de software a partir de pequeños elementos independientes que funcionan en conjunto— y los Kubernetes(K8s) —plataformas que facilitan la automatización y la administración de los microservicios—son algunos de los tipos de arquitecturas que han adquirido popularidad dentro de los equipos de TI.

Si bien estas innovaciones ofrecen enormes beneficios para las organizaciones en términos de velocidad, flexibilidad y confiabilidad, muchos equipos de TI actualmente se encuentran bajo una inmensa presión al intentar monitorear y administrar la disponibilidad y el rendimiento de arquitecturas enormemente complejas de aplicaciones nativas en la nube. En particular, están enfrentando dificultades para darle visibilidad a la infraestructura de Kubernetesde grandes entornos administrados que se ejecutan en nubes públicas.

Por esta razón, Cisco AppDynamics, la empresa número uno en monitoreo del rendimiento de aplicaciones, brinda algunas recomendaciones que deben tener en cuenta los equipos de TI si quieren tener una buena experiencia con las aplicaciones nativas en la nube.

Entender las nuevas dinámicas y adaptarse a ellas

Los enfoques tradicionales de disponibilidad y rendimiento solían basarse en la infraestructura física. Hace 10 años los departamentos de TI administraban una cantidad fija de servidores y cables de red: manejaban una carga constante y con tableros fijos para cada capa del entorno o stack tecnológico. La introducción de “la nube” agregó un nuevo nivel de complejidad, las organizaciones empezaron a escalar continuamente su uso de TI en función de las necesidades comerciales en tiempo real.

Si bien las soluciones de monitoreo se han adaptado a las crecientes implementaciones de la nube junto con los entornos locales tradicionales, la realidad es que la mayoría no fueron diseñadas para manejar de manera eficiente los entornos nativos de la nube dinámicos y altamente volátiles que vemos actualmente. Estos sistemas altamente distribuidos se basan en miles de contenedores y generan un volumen masivo de métricas, eventos y registros cada segundo.

Joao Fabio de Valentín, director de AppDynamics para América Latina, comenta: ‘Sin duda, mantener la disponibilidad y el rendimiento es mucho más desafiante en un entorno de nube definido por el software, donde todo cambia constantemente en tiempo real. Los proyectos de transformación digital y las iniciativas de innovación continúan funcionando a una velocidad vertiginosa, y los tecnólogos deben adaptarse y obtener la visibilidad y el conocimiento que necesitan para trabajar en estos entornos modernos’.

Observabilidad, la clave para dominar la nube

Para que los tecnólogos puedan entender correctamente cómo se comportan sus aplicaciones, necesitan visibilidad en todos los niveles de la aplicación, en los servicios digitales de soporte (como Kubernetes) y en los servicios subyacentes de la infraestructura. Pero antes de apresurarse, hay algunos factores importantes que deben considerar en cuanto a la observabilidad en entornos de nube.

En primer lugar, deberán implementar una solución especialmente diseñada que pueda observar aplicaciones distribuidas y dinámicas nativas de la nube. Las soluciones de monitoreo tradicionales continúan desempeñando un papel vital, y lo seguirán haciendo durante los próximos años, pero las cosas se complican cuando la funcionalidad de la nube se integra a las soluciones APM (Application Performance Management) y de monitoreo existentes.

Con demasiada frecuencia, cuando se agregan nuevos casos de uso a las soluciones existentes, los datos permanecen desconectados y aislados, lo que obliga a los usuarios a saltar de una pestaña a otra para tratar de identificar las causas fundamentales de los problemas de rendimiento. Muy pocas de estas soluciones brindan una visibilidad completa, como información sobre las métricas comerciales o el rendimiento de la seguridad, y muchas están naturalmente sesgadas hacia una capa particular de la pila de TI según sus antecedentes y entorno previos, ya sea la aplicación o la infraestructura central.

Al respecto, Joao Fabio de Valentín, añade: ‘el mundo de las aplicaciones ha evolucionado enormemente en los últimos dos años y los tecnólogos deben asegurarse de que sus capacidades de monitoreo sigan el ritmo. Es importante que los equipos de TI comprendan desde cómo funcionan las aplicaciones nativas de la nube altamente distribuidas y de qué manera predecir incidentes, hasta adoptar nuevas formas para recopilar de grandes cantidades de datos’.

Si bien estas soluciones brindan un sinfín de oportunidades para las compañías, solo con la solución adecuada de observabilidad nativa de la nube las organizaciones podrán maximizar los beneficios de las aplicaciones modernas, las cuales impulsarán mejores experiencias digitales para los clientes y brindarán mejores resultados comerciales. El reto es capacitar a los equipos para que estén cada vez más informados y puedan tomar las mejores decisiones.

Salir de la versión móvil