Atreverse a sumar valor en los equipos de legales

Por Ignacio Chertcoff, director de Operaciones de Sisem.

¿Qué entendemos por sumar valor? Habitualmente creemos desde un punto de vista contable, que el valor de una empresa se mide con números, en este contexto hay especialistas que valúan a las empresas y miran sus ventas, gastos, contratos a futuro, las marcas y su posicionamiento en el mercado. Desde esta perspectiva, sumamos valor si nuestro trabajo o aporte, baja los costos, incrementa las ventas, y en consecuencia, mejora el posicionamiento en el mercado.

Ahora bien, analicemos nuestro día a día. Puede pasar que mi compañero de trabajo o una persona a quien reporto no sume valor. ¿De qué sirve mi aporte si la cuenta final da cero o negativo?

Una manera de sumar valor es ayudando a los demás a que lo realicen, porque si todos sumamos, por menos que sea, la cuenta final siempre va a ser positiva. Debemos entender que sumar valor es crear o implementar mejoras que me ayuden a mi y a todo el equipo a hacer su trabajo más fácil, más rápido, con menos costos, creando y compartiendo conocimiento.

¿Cómo lo hacemos con un Software de gestión?

En primer lugar, poniendo la mirada en el alcance, no es suficiente que mejore solo mi trabajo, debe mejorar también el trabajo de los demás y no complicarlo. Por otro lado, implementar software por sí solo no asegura la suma de valor, ya que podríamos estar informatizando o digitalizando un proceso ineficiente. Asimismo, debemos tener en cuenta que la implementación de un software va a generar un impacto en las personas, en su forma de trabajar y de relacionarse con los demás. Es un cambio, y un impacto que hay que gestionarlo.

Es decir, para que un software sume valor debería cumplir al menos estas tres premisas: debe representar una mejora para mi trabajo, el de mi equipo y el de las áreas involucradas, el proyecto debería mejorar los procesos existentes y el resultado final debe representar una mejora en la calidad de vida de las personas. Si estas condiciones se cumplen, podemos decir que hemos sumado valor.

Una organización debería contar con un sistema centralizado de gestión con una base sólida, para poder empezar a hablar de nuevas tecnologías, si esto no ocurre estaríamos intentando poner una frutilla arriba de una torta que no existe.

Los sistemas de gestión existen hace más de 20 años, pero muchas organizaciones todavía gestionan diversos procesos con planillas u hojas de cálculo, y entendemos que una planilla no suma valor a la organización, claramente no cumple las premisas que acabamos de mencionar, ni con otras cuestiones más técnicas como la seguridad de la información.

En resumen, el proceso técnico va de la mano del trabajo junto a las personas y equipos, ambos aspectos no se excluyen sino que se complementan y estando bien ensamblados se potencian.

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