Un nuevo estudio realizado por Accenture muestra que los métodos de pago tradicionales, como las tarjetas de débito y crédito, continúan siendo los más utilizados en el sistema de pagos. Sin embargo, las opciones de nueva generación, como las billeteras digitales, las transacciones cuenta a cuenta (A2A), el ‘Buy now, Pay later’ (BNPL) y los pagos en el metaverso, están ganando terreno.
América Latina se destaca como la región donde aún se utiliza más el efectivo, pero también donde más se emplea la tarjeta de débito. Además, lidera en el uso de aplicaciones A2A. A nivel global, las condiciones macroeconómicas, como la inflación y el aumento de las tasas de interés, juegan un papel importante en las preferencias de pago de los consumidores. Un tercio de los encuestados que utilizan tarjetas de crédito como método principal considera cambiar a otras opciones de pago, como tarjetas de débito, efectivo, BNPL o tarjetas de prepago.
Las billeteras digitales, que permiten digitalizar las tarjetas de débito o crédito de los consumidores, actúan como un puente entre los pagos tradicionales y los pagos en línea. La comodidad de utilizar una tarjeta existente ha contribuido a su adopción, con más de la mitad de los encuestados utilizando las billeteras digitales más de cinco veces al mes para realizar transacciones. En cuanto a las transacciones cuenta a cuenta, su adopción está en aumento debido a su rapidez y comodidad, a pesar de los recientes casos de fraude.
El ‘Buy now, Pay later’ (BNPL) se ha convertido en una opción preferida por los consumidores, ya que les permite estirar su presupuesto y protegerse de los intereses. Los encuestados afirman que duplicarían su uso de BNPL en las compras en línea en los próximos tres años, y muchos estarían más dispuestos a adoptarlo si fuera ofrecido por su banco.
El futuro de los pagos se vislumbra cada vez más digital, con tecnologías como la biometría y los pagos entre máquinas eliminando fricciones en las transacciones. El metaverso también ofrece nuevas oportunidades y genera disrupción en el ecosistema de pagos. La biometría se perfila como una opción ampliamente utilizada en 2025, con el potencial de representar miles de millones de dólares en transacciones. Los pagos de máquina a máquina (M2M) automatizan las transacciones entre dispositivos conectados, como vehículos autónomos o carteras digitales.