La seguridad es esencial para una interacción digital confiable y, aunque ser completamente infalible es imposible, es importante trabajar en un proceso de protección que responda a la constante aceleración de la digitalización. El 8 de febrero se conmemora el Día Internacional de Internet Segura, una efeméride creada por la Unión Europea para lograr un espacio digital seguro de uso responsable, respetuoso, crítico y creativo.
La creciente cantidad de datos personales que se recopilan y explotan crean desafíos de seguridad a atender tanto en usuarios finales como empresas u organismos gubernamentales. En Argentina, sólo en 2020, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) registró una suba del 70% de los delitos informáticos, lo que equivale a todos los delitos cometidos en los 5 años anteriores a la pandemia. Por ejemplo, las estafas con compras electrónicas crecieron un 106% y las denuncias de robo de identidad un 700%. Como demuestran los primeros días de 2022, esta tendencia seguirá en alza, e impactará en nuevas industrias como es el mercado de las criptomonedas.
Por su parte, las empresas tienen la obligación de proteger la información de sus clientes. Una fuga de información podría exponer a los usuarios a ataques y fraudes: el costo de una filtración de datos puede promediar una cifra cercana a los 3.86 millones de dólares. Pero el valor estimado de las primas de seguros cibernéticos en todo el mundo ascenderá a 20 mil millones de dólares en 2025, según señala Statista. Este panorama reafirma que todos los sectores e industrias deben tomar medidas proactivas de desarrollo tecnológico y políticas para proteger las identidades digitales y los datos personales.
Pablo Lima, Sales Director South Cone, de VU, señala: ‘Si bien contamos con un marco regulatorio y un sistema de políticas públicas significativamente consolidados, queda mucho por hacer. Sin dudas, en este estadio, resulta necesario aumentar la concientización y los planes educativos en toda la sociedad. Nos encontramos ante un momento histórico, pero sabemos que tanto los ataques como la digitalización irá en aumento, y eso debe estar acompañado de programas que integren tanto al sector público como el privado’.
¿Cómo reconocer las acciones que una empresa toma para generar espacios de internet seguros?
VU comparte las principales acciones a tomar para propiciar entornos más confiables y reducir riesgos:
- Comunican su política de privacidad y cómo serán utilizados los datos personales de los clientes. Recolecta sólo el mínimo de información personal y limita el acceso a esta.
- Generan experiencias seguras a través de la tecnología de encriptado. Es importante asegurarse de proteger las contraseñas y números de tarjetas de crédito u otra información importante de los clientes.
- Implementan certificados de seguridad que permiten navegar con el protocolo https:// (la «s» significa seguridad), una señal que refuerza la confianza de los clientes. Tanto este como otros certificados encriptan datos como nombres, contraseñas, números de tarjetas, por mencionar algunos.
- Aplican autenticación en dos pasos para proporcionar un nivel extra de seguridad, y notifica ante intentos de inicio de sesión que no concuerden con los hábitos del usuario (localización, por ejemplo).
- Actualizan el software de manera constante, evitando así vulnerabilidades conocidas.
Panorama mundial
De acuerdo con The Theft Resource Center, más de 300 millones de personas vieron comprometidas sus identidades sólo entre enero y septiembre de 2020. Por otro lado, la encuesta de Percepción de Riesgos Globales apuntó el “fallo de ciberseguridad” entre los 10 principales riesgos que más han empeorado desde el inicio de la crisis del covid-19. Según la OCDE, la mayoría de los países están teniendo un aumento drástico en la demanda de la red y cambios en los hábitos de uso desde el inicio de la pandemia.
Lima concluye: ‘La profesionalización de los hackers y la inmediatez que han adquirido hacen prever no solo un incremento en los ataques, sino también en su impacto’.