Por Antonella Basile, Customer Success Manager de VISMA LatAm.
El mercado laboral se encuentra en un momento crítico; estamos viviendo un cambio de paradigma, transitando hacia una nueva concepción de lo que significa ‘trabajar’, empujado principalmente por las nuevas tecnologías y la era digital.
En la reciente reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, los líderes globales expusieron algunas de las temáticas centrales sobre Recursos Humanos en el mundo: cambios suscitados por la aparición (y adopción) de nuevas tecnologías, semanas laborales más cortas, desafíos salariales frente a contextos de inflación y la necesidad de saber cómo actuar ante la llamada ‘gran renuncia’ -motivada por la búsqueda de un mejor ‘work-life balance’. Asimismo, se planteó que, al momento de evaluar a los colaboradores y/o realizar nuevas contrataciones, ya no hay que poner tanto énfasis en la trayectoria laboral sino, más bien, en sus competencias, una visión que podría significar oportunidades de acceso laboral para mayor cantidad de personas y, a la vez, ampliar la oferta de talentos para las organizaciones.
Competencias laborales
Las competencias laborales son todas aquellas capacidades que permiten a un colaborador desarrollarse exitosamente en cierto rol. Junto con los conocimientos técnicos que esa persona tenga, constituye el conjunto de cualidades que permiten marcar una diferencia positiva al momento de decidir su contratación (o ascenso) para desempeñarse en un puesto.
Las personas son un ‘todo’ indivisible, y a la hora de llevar a cabo sus funciones laborales ponen de manifiesto una pluralidad de cualidades, tanto conocimientos adquiridos (académicos, técnicos, idiomas, etc.) como actitudes personales y habilidades socioafectivas que son fundamentales en los ambientes laborales actuales. Algunos ejemplos de esas competencias laborales más buscadas en estos momentos: trabajo en equipo, responsabilidad, manejo del estrés, comunicación, resolución de conflictos, capacidad de rápida adaptación al cambio, resiliencia, tener iniciativa, capacidad de tomar decisiones, pensamiento crítico y liderazgo, entre otras.
Hoy en día, los equipos de RH se encuentran frente al desafío de reclutar, seleccionar y capacitar colaboradores que puedan hacer su aporte de manera eficiente según cada puesto y, al mismo tiempo, que estén convencidos de compartir los valores de la cultura organizacional y logren engagement, se sientan motivados y respondan ágilmente a los nuevos desafíos que se vayan presentando. En síntesis, las competencias laborales son cada vez más valoradas.
Se puede decir que existen tres grandes grupos de competencias laborales:
- Básicas: se refieren a las competencias adquiridas por haber sido escolarizados, es decir, habilidades personales adquiridas a causa de la socialización y la educación formal: leer y escribir, saludar al llegar o retirarse de un lugar, etc.
- Genéricas: se trata de competencias laborales comunes a distintos tipos de empleos o puestos, sin considerar las particularidades de cada rol determinado. Por ejemplo: pensamiento creativo, capacidad de trabajo en equipo, comunicación efectiva, etc.
- Específicas o técnicas: abarca competencias laborales necesarias para el correcto desempeño en una posición en particular; por ejemplo, el conocimiento de un determinado lenguaje informático para un programador, entre otras cosas.
Habilidades humanas
Continuando con lo que se busca en el mundo laboral de la 3ª década del siglo XXI, si bien las competencias laborales han sido siempre un factor relevante para el buen desempeño en un puesto de trabajo, hoy más que nunca, los líderes de RH procuran perfiles profesionales con sólidas ‘habilidades humanas’.
En este sentido, un relevamiento de Pearson sostiene que cobran significativa relevancia las llamadas ‘habilidades humanas’, características que favorecen el establecimiento de empatía de unos con otros en un escenario laboral:
- Comunicación: se refiere a la habilidad de expresar pensamientos e ideas de forma clara. Además, alude a la capacidad de escucha y comprensión, para responder a las ideas de otros.
- Atención al cliente: una habilidad que permite brindar servicio antes, durante y después de una compra; tener la cualidad de conectar con el cliente, entender lo que necesita, detectar los “puntos de dolor” para resolver situaciones de forma ágil y eficiente.
- Liderazgo: esta cualidad facilita a los individuos, grupos u organizaciones, la tarea de guiar, conducir e influir en otras personas.
- Atención al detalle: se trata de desplegar precisión en el desempeño de un rol; habilidad para percibir pequeños detalles, lo que asegura que los distintos aspectos de un proyecto se completen con eficiencia.
- Colaboración: es la habilidad de desarrollar relaciones de trabajo constructivas y cooperativas, que suman al “todo” dentro de un equipo que tiene un objetivo por cumplir.
Competencias técnicas
Y, finalmente, en los ambientes laborales el aprendizaje continuo es fundamental para estar al día con nuevas tecnologías que ayuden a comprender la dinámica (acelerada) del mundo actual. Según Udemy (2023 Workplace Learning Trends) hay tres competencias técnicas -referidas principalmente a la digitalización- que serán muy demandadas en el mercado laboral:
- Databricks: herramienta de computación en la nube que se emplea para procesar y realizar modificaciones de Big Data.
- System Design Interview: un modelo de entrevista de diseño de sistemas orientado a analizar los procesos de resolución de problemas y crear otros que ayuden a los clientes.
- 5G: todas aquellas habilidades relacionadas con la quinta generación de tecnología móvil.
El mundo está cambiando. Las personas y las organizaciones deben entender hacia dónde va para poder predecir escenarios y aprender nuevas destrezas que contribuyan a un desempeño exitoso en todo orden de cosas, entre ellas, la vida laboral.