Vertiv publicó su lista anual con las tendencias del centro de datos que se observarán en 2022. Éstas se destacan por una drástica agilización en las medidas relacionadas con hacer frente a la crisis climática y la sostenibilidad.
Los expertos de Vertiv ven una evolución en las largas conversaciones en torno a la eficiencia y la utilización en el centro de datos que refleja un enfoque más integral y agresivo en la sostenibilidad.
Este movimiento reconoce la urgencia de hacer frente a la crisis climática, la relación entre la disponibilidad de los recursos y el aumento de los costos, así como los cambios en los vientos políticos alrededor del mundo.
Rob Johnson, director Ejecutivo de Vertiv, dijo: ‘A medida que avanzamos hacia el 2022, los proveedores y los operadores de centros de datos buscarán activamente estrategias que pueden hacer una gran diferencia a la hora de abordar la crisis climática’.
‘De nuestra parte, continuamos enfocándonos en la eficiencia energética en todo nuestro portafolio, así como en tecnologías de energías alternativas y renovables, y fuentes de energía sin emisiones de carbono, con el fin de dar prioridad a tecnologías de free-cooling con agua y asociarnos con los líderes de investigación y nuestros clientes para concentrarnos en esfuerzos de sostenibilidad significativos’.
Las tendencias son las siguientes:
- Los centros de datos hacen frente a la sostenibilidad y la crisis climática: en años recientes, la industria de centros de datos ha adoptado medidas en búsqueda de prácticas más amigables con el clima, pero los operadores se unirán de forma más resuelta al esfuerzo contra la crisis climática en 2022.
En el ámbito operativo, los expertos de Vertiv estiman que algunas organizaciones adoptarán estrategias de energía sostenible que utilicen una solución digital que ajuste el consumo energético con una energía 100% renovable y operen con energía sostenible 24×7.
Estos sistemas energéticos híbridos y distribuidos pueden proporcionar tanto energía de CA como de DC, que añaden opciones para mejorar las eficiencias y permiten que eventualmente los centros de datos operen libres de emisiones de carbono.
Las celdas de combustible, los activos renovables y los sistemas de almacenamiento de energía de larga duración, incluidos los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) y las baterías de iones de litio*, jugarán un papel fundamental en ofrecer resultados sostenibles, resilientes y confiables.
- La inteligencia artificial se hace realidad: a medida que las actuales redes se vuelven más complejas y más distribuidas, y las demandas del metaverso de realidad aumentada y realidad virtual alcanzan mayor importancia, la necesidad de computación y toma de decisiones en tiempo real se volverá más crítica.
Esta necesidad en tiempo real es sensible con las latencias y, bajo un modelo híbrido cada vez más común de nubes empresariales, públicas y privadas, coubicaciones y borde de la red, la gestión manual a tiempo completo resulta poco práctica, por no decir imposible. La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático serán críticos para optimizar el rendimiento de estas redes.
Se requerirá concentración y tiempo para recopilar los datos correctos, construir los modelos apropiados y preparar la plataforma de red para tomar las decisiones adecuadas.
Al igual que con cualquier avance tecnológico, existen efectos secundarios. El aumento en la IA incrementará inevitablemente la computación y las altas densidades de calor, y por extensión, agilizará la adopción del enfriamiento líquido. Entre otros desafíos, reducir la barrera de entrada hace que sea sumamente importante elegir proveedores, plataformas y sistemas adecuados en los que pueda confiar.
- El centro de datos pospandémico toma forma: ya está en marcha la construcción de un nuevo centro de datos con un valor de unos 2,9 gigavatios a nivel mundial, frente a los 1,6 gigavatios en 2020 (Cushman & Wakefield). Estos serán los primeros centros de datos en ser construidos específicamente para satisfacer las necesidades de un mundo posterior a la pandemia de la COVID.
Habrá más actividad en el borde de la red, donde VMware proyecta un cambio drástico en la distribución de las cargas de trabajo, del 5% actual al 30% durante los próximos cinco años. La disponibilidad seguirá siendo la principal prioridad, incluso en el borde de la red, pero una latencia más baja es una necesidad cada vez mayor para soportar edificios saludables, ciudades inteligentes, recursos de energía distribuidos y la red 5G.
- Un impulso hacia la integración: En 2022, veremos el siguiente paso en la integración a medida que los centros de datos colaboren con los proveedores para una mejor integración de los sistemas más grandes (por ejemplo, todos los componentes de la infraestructura de potencia) y ofrecer una interoperabilidad perfecta.
Los beneficios de la integración como concepto son bien conocidos (menores costos de construcción y de implementación, y una gestión flexible de capacidad) y la aplicación del mismo enfoque en sistemas más grandes ofrece velocidad. Las soluciones de potencia basadas en racks son los primeros aceleradores del movimiento de la integración.
Rafael Garrido, vicepresidente de Vertiv LATAM, considera que estas tendencias están impulsando cambios en los centros de datos latinoamericanos. ‘Desde centros de datos de hiperescala hasta centros de datos modulares implementados en el borde de la red, nuestros clientes buscan formas para reducir el consumo energético y agilizar el uso de tecnologías de IA para automatizar los principales procesos’.
‘La llegada de las redes 5G en 2022 es uno de los impulsores más importantes de esta evolución. Vertiv está enfocada en llevar al mercado innovadoras tecnologías de soporte y ofrecer soluciones eficientes y disponibles para abordar los desafíos a los que se enfrentan los centros de datos modernos’.