El cambio climático, se ha convertido en el tema que ha cambiado nuestra generación, siendo el sector de Oíl & Gas responsable de la emisión de aproximadamente el 50% de gases de efecto invernadero asociados al consumo de energía, dicha situación fue foco en la pasada IV Cumbre de Petróleo y Gas, Reactivación socioeconómica, un compromiso nacional, la cual permitió establecer algunos parámetros de acción por parte de las empresas participantes de la industria.
Y es que precisamente, el 90% de estas emisiones se encuentran en alcance 3, es decir, en el uso posterior que se les da a los hidrocarburos una vez terminan su ciclo de producción, sin embargo, esto no ha sido obstáculo en la resiliencia de las empresas, quienes han venido trabajando para poder mitigar los efectos adversos hacia el medio ambiente.
Siendo dichas emisiones las más difíciles de medir y controlar, debido a que no las gestionan directamente las empresas, sino son el resultado de, viajes aéreos o terrestres por motivos de trabajo, la movilización de los colaboradores para ir a su lugar de trabajo, el impacto de la huella de carbono de los proveedores que contratan e incluso el uso de los mismos productos que la empresa produce, por mencionar algunos ejemplos.
En este sentido, Erika Camacho, líder de Negocios de Sostenibilidad para Sudamérica, en Schneider Electric, destacó: ‘Es importante recordar que, la acción climática no es solo una estrategia o un ejercicio de una hoja de ruta, por ejemplo, algunas soluciones aún no están disponibles en el mercado. Sin embargo, cuando se hace correctamente, la implementación de una jornada climática maximiza las sinergias corporativas y agrega valor comercial’.
Agregó: ‘De ahí la importancia que, desde un comienzo, los negocios que se construyan desde el sector se planteen ver sus procesos desde un foco amigable con el medio ambiente y sostenible, esto se convierte en una ventaja competitiva y un diferencial en el mercado a la hora de buscar nuevos negocios’.
Ampliando la conversación a otro aspecto de la acción climática, E.S.G. han sido las iniciales que han transformado la conversación entorno a los informes y estrategias de sostenibilidad pues representan el compromiso de cada compañía en aspectos medio ambientales, su impacto en la sociedad y la firmeza de su gobernanza. Cada vez son más los aspectos de ESG sobre los que deben informar las empresas tanto por requerimiento de partes interesadas internas como por parte de actores y entidades externas.
En el contexto que enfrenta el país se reconoce el impulso para poder cumplir con las metas establecidas para la descarbonización, pues el consumo de energía tiene un impacto directo para la operación del sector.
Concluyó Camacho: ‘Los Datos, la infraestructura digital, la claridad y trazabilidad del consumo energético y de otras fuentes de emisiones se convierten en la columna vertebral de una estrategia de descarbonización ya que con el análisis de esta información se define el panorama para transformar los procesos tradicionales y poco eficientes en unos con mayor transparencia, alcance y conciencia’.