El avance de la inteligencia artificial ha permitido el desarrollo de herramientas innovadoras, como el ChatGPT, que se ha convertido en una tecnología accesible para todos. Si bien su utilidad inicial se relaciona con el ámbito del entretenimiento, su aplicación en procesos educativos puede ser muy beneficiosa para profesores, estudiantes y trabajadores del área de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Sin embargo, es importante comprender cuáles son los beneficios y limitaciones al hacer uso de esta tecnología en la educación.
El ChatGPT, basado en inteligencia artificial, tiene la capacidad de responder preguntas en cualquier idioma y en cuestión de segundos. Según Vyacheslav Koldovskyy, de SoftServe, una compañía líder en desarrollo y consultoría de software, esta herramienta puede ser eficaz para profundizar en conocimientos y reforzar la experiencia académica en TI. Además, puede explicar conceptos complejos y servir como consulta para ampliar temas poco claros. No obstante, es importante complementar el proceso de aprendizaje con otras fuentes de información.
Desde el campo del software, Koldovskyy afirma que el ChatGPT puede optimizar tiempos al crear planes de estudio y secuencias de temas específicos para profesores y estudiantes. También puede encontrar y corregir errores en códigos, lo que resulta ventajoso para los desarrolladores, especialmente aquellos en niveles principiantes. Asimismo, esta herramienta puede generar preguntas sobre un tema determinado y desempeñar el papel de mentor o acompañante, algo que no había sido posible con la inteligencia artificial hasta ahora.
No obstante, es necesario evaluar objetivamente las capacidades del ChatGPT, ya que se encuentra en su fase inicial. Koldovskyy destaca algunas limitaciones, como su base tecnológica, el LLM (Large Language Model), que funciona como un motor estadístico y puede ofrecer respuestas basadas en probabilidades en lugar de precisión. Además, el modelo fue entrenado con datos hasta 2021, por lo que la información proporcionada puede no estar actualizada.
Otro aspecto a considerar es que el ChatGPT es un complemento y no debe sustituir el juicio humano, especialmente en la educación. La supervisión de profesionales o expertos sigue siendo fundamental para validar el proceso de formación y evitar un exceso de confianza en la tecnología. Además, se deben tener en cuenta los desafíos relacionados con la privacidad, la precisión, la veracidad de la información y los posibles sesgos programados.