Entender lo que significa esta tendencia, no es fácil, y a veces explicarlo tampoco. La idea es que nuestras interacciones no solamente serán en el mundo real, sino también en uno paralelo y virtual donde los usuarios podrán vivir, trabajar y jugar a través de una serie de dispositivos que les harán pensar que realmente están dentro de esta dimensión alterna, interactuando con todos sus elementos.
Para David Iacobucci, director Comercial de Lumen en Chile, en términos generales, las tecnologías que componen el metaverso pueden incluir la realidad virtual (VR), caracterizada por mundos virtuales persistentes que continúan existiendo incluso cuando no estás en ella interactuando, así como la realidad aumentada (AR) que combina aspectos de los mundos digital y físico.
Sin embargo, no requiere que se acceda exclusivamente a esos espacios a través de VR o AR, sino un mundo virtual, como los aspectos de Fortnite; por ejemplo, a los que se puede acceder a través de PC, consolas de juegos e incluso teléfonos, lo que también podría considerarse ser metaverso.
Por otro lado, lo anterior también se traduce en una economía digital, donde los usuarios pueden crear, comprar y vender bienes. Y, en las visiones más idealistas del metaverso, es interoperable, lo que le permite llevar elementos virtuales como ropa o automóviles de una plataforma a otra.
Según el ejecutivo de Lumen, si tomamos por ejemplo que, en el mundo real, puedes comprar una camisa en el centro comercial y luego usarla en una sala de cine, en el metaverso podría darse lo mismo. Hoy, la mayoría de las plataformas tienen identidades virtuales, avatares e inventarios que están vinculados a una sola plataforma, pero en el metaverso podría permitirle crear una persona que pueda llevar a todas partes con la misma facilidad con la que puede copiar su imagen de perfil de una red social a otra.
Uno de los principales objetivos del metaverso es que los usuarios sientan que están en un universo paralelo, aunque similar al actual. Para ello, la actividad económica será una parte fundamental. En este sentido, los habitantes de este nuevo mundo podrán comprar y vender objetos de todo tipo y propiedades o, incluso, montar un negocio.
Un estudio de Bloomberg Intelligence calcula que la oportunidad de mercado para el metaverso puede alcanzar los US$800.000 millones para 2024. Mientras, un informe del Bank of America vaticina que el metaverso es una de las 14 tecnologías que van a revolucionar la vida en los próximos años.
De hecho, según Bank of America, el metaverso es una gran oportunidad para la tecnología blockchain, y finalmente hará que las criptomonedas comiencen a usarse ampliamente para las transacciones. Por ejemplo, los pagos podrían realizarse con tokens del propio juego o plataforma, lo que se cambiaría por dinero real. Así, dedicarse a vender un producto o servicio en el metaverso puede convertirse en un trabajo real para muchas personas; y la compraventa de productos exclusivos o, incluso, la posibilidad de trabajar para otros.
Todo lo anterior ha impactado en las grandes empresas y en esa apuesta ya está Microsoft que busca crear «un metaverso para las empresas» basado en su plataforma Microsoft Teams. Otro ejemplo es Epic Games, creadores del juego Fortnite, que busca expandirlo con 60 millones de usuarios activos mensuales a una experiencia que podría alcanzar los mil millones en el futuro.
Concluye Iacobucci destacando: ‘la creación de un nuevo metaverso promete ser un cambio radical de paradigma en la forma que entendemos internet y las redes sociales. Es un nicho aún por explorar, y requerirá de reglas o protocolos para su funcionamiento, considerando la privacidad y la seguridad, en particular si se realizarán transacciones y las empresas crearán sus propias versiones’.