Por William Corredor, CEO de Open International.
Sin duda en el país hemos vivido una transformación tecnológica en las últimas tres décadas. Me atrevería a decir que ningún sector de la economía ha experimentado tantos avances significativos y ha logrado una evolución tan acelerada como el de la tecnología y las telecomunicaciones. Recordemos que hace 30 años no había tecnologías y herramientas que hoy damos por sentadas e imprescindibles para el funcionamiento de las empresas y la economía en general, como el internet, los portales web, el correo electrónico, la telefonía móvil, la computación en la nube o la analítica de datos.
La adopción de cada una de esas tecnologías, cuya aparición es sin duda un hito para el país, ha transformado por completo el panorama empresarial y ha permitido que logremos consolidar una industria de software pujante que se ha convertido en uno de los sectores llamados a ser pilar de la economía nacional. Tan solo en 10 años nuestra industria ha pasado de representar el 0,6% del PIB colombiano a un 3% del mismo, lo que da cuenta del crecimiento vertiginoso que ha tenido el sector, el cual es el único que ha mantenido tasas de incremento de entre 10% y 15% anuales en los últimos años, convirtiéndose en uno de los de mayor crecimiento de la economía y un motor para la generación de empleo.
En ese sentido no se puede pasar por alto el boom de la digitalización que vino aparejado con la pandemia, en el que las empresas de todas las industrias vieron la importancia de dar un paso en su estrategia de transformación digital para responder a las cambiantes demandas de sus clientes y alcanzar sus metas de negocio con herramientas innovadoras.
Algunos de los retos han sido:
Por nuestra parte, desde Open International creamos software especializado para empresas de servicios públicos y telecomunicaciones que hoy es implementado por compañías de 19 países del mundo y que hace parte de los procesos de atención al cliente y facturación con que se atienden a más de 40millones de hogares y empresas. En sí mismo, exportar productos de software hechos en Colombia es un reto, pues el mercado reconoce a otros países como India, Alemania o Estados Unidos como actores claves en el desarrollo de soluciones de este tipo.
Nosotros superamos este desafío trabajando con innovación, recursividad y tenacidad, para posicionarnos como uno de los mayores exportadores de software de Colombia, dejando de ser una empresa local para convertirnos en una multinacional de tecnología, con oficinas en Colombia, Ecuador y Estados Unidos.
Otro reto importante es estar a la vanguardia de la evolución tecnológica. Para eso, hemos incorporando tecnologías de última generación y altos estándares de calidad para la evolución de nuestra solución; este trabajo duro de 35 años nos ha convertido en referente de la evolución de Colombia hacia la 4ta revolución industrial, ya que producimos y exportamos tecnología, señalando una ruta distinta para un país que ha basado su desarrollo en la exportación de commodities.