Por Andrés Alexander, VP Cluster Regional de Servicios y Cloud de BGH Tech Partner.
Además de los innumerables beneficios que genera la tecnología cloud para las empresas y los usuarios, también tiene grandes ventajas para el medio ambiente, ya que, al utilizar menos infraestructura, ayuda a reducir las emisiones de CO₂ y genera menor cantidad de residuos electrónicos.
La tecnología sostenible, también conocida como tecnología verde o Green IT continúa avanzando a pasos agigantados y hoy aparece el Cloud Computing (computación en la nube) como el nuevo eje de transformación hacia la sustentabilidad, debido a la forma en la que las compañías y corporaciones gestionan sus infraestructuras tecnológicas.
Y es que sus ventajas son innumerables: ahorro de costos e inversión en sistemas informáticos, mayor capacidad de almacenamiento, gran flexibilidad de los recursos, mejores sistemas de seguridad y recuperación de datos, y óptima organización del capital humano, pero ¿cómo puede esto ayudar al medio ambiente?
La nube es una de las tecnologías de almacenamiento de datos ilimitados que ha revolucionado el mundo digital y a su vez se ha convertido en una de las Green IT más sostenibles. Al brindar la posibilidad de no usar la memoria física de computadoras, sino un espacio en la web, así como también sistemas de planificación de recursos empresariales indispensables para las operaciones, ha traído como consecuencia no solo beneficios a las empresas y usuarios en general, sino también al medio ambiente logrando minimizar las emisiones de carbono.
El cloud computing logra reducir la emisión de CO₂ al contar con proveedores de infraestructura eficiente que aportan un uso eficaz y racional de los equipos tecnológicos, colaborando de esta manera con el cuidado ambiental. En este sentido, también se logra minimizar el uso de servidores al centralizar y gestionar los datos en un solo lugar, cumpliendo con uno de los objetivos más importantes de la tecnología sostenible: el ahorro energético.
Asimismo, la reducción de costos también es un factor importante, sobre todo a nivel empresarial. Al implementar políticas basadas en el uso exclusivo de equipos necesarios se reducen los costos de facturación por energía eléctrica. Por otro lado, a nivel digital, las actualizaciones y mantenimiento de software, en la mayoría de los casos, se realizan de manera automática a través del servicio Cloud que se haya contratado, lo que significa un ahorro a largo plazo frente a las constantes transformaciones.
De esta forma, el cloud computing ha demostrado ser una tecnología con múltiples beneficios, desde permitir alojar grandes cantidades de datos informáticos, brindar mayor seguridad de la información, flexibilizar el trabajo remoto, aumentar los niveles de producción y hasta impulsar la agilidad y rapidez en los procesos. Ahora suma un considerable aporte al ecosistema de forma más enfática en el ámbito del ahorro energético, lo cual aunque parezca algo minúsculo frente a los grandes cambios climáticos, es un gran paso hacia una tecnología sustentable.
La sostenibilidad es responsabilidad de todos y todas y sin duda esta es una muestra de cómo la tecnología puede trabajar a favor de un presente y futuro más verde. Los miedos de migrar a la nube no son razones para dudar en comparación con los beneficios que esto representa, no solo para usuarios, clientes y público en general, sino también para el crecimiento social y por supuesto el medio ambiente como parte de una solución para reducir la huella de carbono.