Por Ivaldo Pereira, gerente General de TOTVS Andina
Hace ya algún tiempo, llevar la sostenibilidad al negocio dejó de ser una opción. Ahora los inversores, clientes y stakeholders consideran necesarias las prácticas sostenibles para mantener las relaciones con una empresa. Según un estudio de ColCapita (Asociación Colombiana de Capital Privado), más del 87% de los fondos de inversión en el país afirman que las prácticas en los ámbitos social, ambiental y gubernamental de las empresas –traducidas de la agenda ESG (Environmental, Social and Corporate Governance)– influyó en la toma de decisiones de los inversores. Y este comportamiento se extiende a otros públicos también.
Con la exigencia de ser sustentable –y la necesidad de mantener la rentabilidad para la supervivencia del negocio— la tecnología, más precisamente las herramientas de gestión empresarial, son los mayores aliados de las empresas colombianas para adaptarse a esta realidad. Desde los procesos administrativos, pasando por la mano de obra, hasta sus actividades Core; la digitalización de la empresa es el punto de partida para entender cómo aplicar la estrategia correcta.
La única forma de ser preciso en la toma de decisiones sostenibles es conocer a fondo la operación. Puede parecer obvio, pero no lo es. Muchas empresas colombianas –incluidas algunas medianas y grandes— desconocen a profundidad cómo son sus procesos internos. En la mayoría de los casos, por la falta de tecnología para organizar toda esta información.
Las herramientas de gestión avanzadas unifican todos los datos de la empresa en una misma plataforma y permiten analizar todos los aspectos de la operación, y cuáles de ellos deben ser mejorados. Por ejemplo, identifica dónde los gastos están desequilibrados, un desbalance de género en la fuerza laboral, qué prácticas corporativas pueden violar los principios ESG como el uso de materiales no amigables con el medio ambiente o posibles fallas en la ‘gobernanza’.
Todo ello debe ser analizado y servir como punto de partida para una planificación completa de prácticas alineadas con la agenda ESG. Este mismo sistema también señala áreas en las que se puede mejorar la productividad y garantizar una mejor salud financiera para la organización.
Incluso, las herramientas de gestión de tareas y las de capital humano se alían en este proceso. Un sistema que permite una fácil y completa comunicación con los empleados proporciona un conocimiento más completo del perfil de los profesionales, entendiendo las necesidades del equipo y, por qué no, identificando conjuntamente acciones que se pueden desarrollar por el bien común. La participación activa de todos es fundamental.
Adoptar una agenda verdaderamente sostenible no es fácil, pero sin duda, es necesario. El soporte tecnológico será fundamental para garantizar las mejores prácticas rentables, lo que permitirá que la empresa sea responsable y próspera. Un movimiento importante no solo para el presente y futuro de las empresas colombianas y andinas, sino también para la sociedad como un todo.