La tecnología que ayudará a salvar el mundo: ahorro de energía y “serverless”

Es un hecho: serverless computing llegó para quedarse. El 40 % de los profesionales de TI ya utilizan una arquitectura sin servidor. Sabemos que permite crear aplicaciones sin necesidad de administrar infraestructura tecnológica (y que solo eso genera una gran cantidad de beneficios), pero la ventaja más relevante y de la que menos se habla es su impacto sustentable.

Por Pablo Gamba, Head of Engineering Office en intive Americas.

Los modelos serverless reducen la cantidad de tiempo de procesamiento on-demand. Esto permite optimizar las emisiones y reducir así el carboonprint por las empresas al solo utilizar los recursos que realmente necesitan, desperdiciándose menos energía en procesos inactivos o innecesarios.

Ser más eficiente con estas arquitecturas no solo conduce a ahorros de costos: allana el camino para mejores prácticas ambientales en las operaciones tecnológicas. La clave está en identificar qué debe suceder para que esta tecnología escale en todo su potencial.

Un paso hacia el consumo eficiente

¿Sabías que trasladar carga de trabajo on-premise a funciones serverless en la nube puede bajar la huella de carbono en un 88%? La impresionante cifra proviene de que los modelos serverless son más flexibles en términos de asignación de recursos y escalabilidad. A medida que las empresas crecen o se ralentizan, pueden aumentar y reducir sus recursos. Del mismo modo, cuando estas funciones ya no están en uso, los recursos se pueden reasignar.

La tecnología serverless no solo se adapta mejor a las cargas de trabajo y demandas cambiantes, sino que también alienta a los desarrolladores a escribir código más eficiente. En última instancia, esta eficiencia hace que los programas sean más accesibles en computadoras más antiguas, lo que significa que también se reduce el desperdicio de hardware. También supone intercambiar menos datos en la escritura de código, por lo que se utiliza incluso menos energía, además de los ahorros existentes que se obtienen, en comparación con los servidores tradicionales.

Hay una razón por la cual corporaciones como Netflix, Coca-Cola, y otras usan serverless: contribuye significativamente a sus esfuerzos ecológicos y sus resultados. De hecho, puede generar una reducción de costos de hasta un 90% en una aplicación pequeña sin criticidad para algunas empresas. Teniendo en cuenta el alcance de las actividades de las grandes compañías, esta estrategia podría generar ahorros aún mayores y, lo que es más importante, prácticas más ecológicas.

Con estos jugadores defendiendo la arquitectura serverless, es más probable que las organizaciones más pequeñas se sumen. Las empresas de cualquier tamaño que tienen aplicaciones NodeJs/Python/.net/C# o Go pueden moverse rápidamente a cualquier infraestructura en la nube. Además, las empresas más pequeñas tienen la flexibilidad de aplicar soluciones más innovadoras a una estrategia serverless y, potencialmente, optimizar aún más sus ahorros de energía y costos.

Esta proyección de ahorro de energía es optimista y no es infundado pensar que será cada vez más eficiente y sustentable. Basta con ver que, a pesar de los aumentos sustanciales en el uso de datos en la última década, el consumo de energía delos centros de datos solo se incrementó en un 6%. ¿La causa? Que grandes jugadores y líderes de la computación serverless, como Amazon, Google y Microsoft, implementan mejoras importantes en la eficiencia energética de los servidores, el almacenamiento y las instalaciones del centro de datos.

Serverless es parte de una solución aún mayor

Serverless claramente tiene sentido desde el punto de vista de la sustentabilidad. Sin embargo, para aprovechar plenamente sus ventajas ambientales, las organizaciones deben establecer objetivos claros. Necesitarán definir KPI’s en torno a la reducción de emisiones y de sus consumos de energía. Luego, deberán considerar cómo la tecnología sin servidor puede respaldar esos objetivos y cómo encaja en el panorama general de las operaciones sustentables.

Para empezar, las empresas necesitarán saber cuál es su huella de carbono y determinar qué cambios en la arquitectura y los sistemas de TI tendrán un efecto más profundo. También deberán tomar medidas para asegurarse de que se esfuerzan constantemente por ser respetuosas con el medio ambiente. Eso podría significar la ubicación conjunta de microservicios serverless para reducir la congestión y la latencia, ejecutar microservicios con uso intensivo de recursos en regiones con baja intensidad de carbono y optimizar la forma en que se almacenan los datos para restringir aún más los tiempos de inactividad.

Estos son grandes pasos, pero son necesarios para maximizar el ahorro de energía y garantizar que los avances en la infraestructura técnica se mantengan al día con las normas de sostenibilidad.

Serverless ha comenzado a transformar positivamente el procesamiento en la nube. Ahora tenemos la responsabilidad no solo de mantener su impulso, sino también de seguir evolucionando para que los ahorros de energía sean permanentes.

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