Las conexiones en América Latina crecieron más de 48%

Por Lucas Samyn, coordinador de Ingeniería de Producto y Aplicación, de Furukawa Electric LatAm

Sin dudas, América Latina avanza rápidamente hacia la opticalización de sus redes de telecomunicaciones. De hecho, según cifras de FBA Latam Chapter, en colaboración con IDATE Digiworld, durante 2020 se registraron 81,7 millones de casas conectadas a través de Fibra Óptica (FTTH/B), lo que representa un 48% de crecimiento respecto a 2019.

Esta expansión, según explica el estudio de FBA Latam, responde a la creciente demanda de los hogares por más datos y un mayor ancho de banda, esto para satisfacer los nuevos hábitos de consumo digital impulsados por el aislamiento y la pandemia de Covid-19.

Precisamente, la evolución desde las empresas tradicionales, con todos sus trabajadores reunidos en una misma ubicación, hacia empresas distribuidas, donde los colaboradores realizan sus actividades desde diversos lugares, especialmente desde sus hogares, estimuló a los proveedores de telecomunicaciones a acelerar sus inversiones en fibra óptica.

Sin dudas, la tecnología que alcanzó el mayor incremento en número de conexiones es la fibra óptica, esto debido a sus características superiores en materia de alcance, velocidad y capacidad de transmisión.

En detalle, las conexiones de fibra óptica permiten transmitir datos de una manera más rápida, con velocidades que actualmente pueden alcanzar los 1000 Mbps en forma simétrica, esto es, la misma o similar en carga y descarga. Junto con esto, disminuye la latencia a niveles que permiten una experiencia prácticamente en tiempo real para actividades como videoconferencias.

Ahora bien, para poder llevar fibra óptica a la mayor cantidad de hogares, las compañías de telecomunicaciones latinoamericanas tuvieron que avanzar en la construcción e implementación de redes neutrales. Estas infraestructuras abiertas permiten el acceso sin distinción para cualquier operador que la necesite, pudiendo utilizarlas varios operadores a la vez. Su implementación ofrece reconocidas ventajas para la industria de telecomunicaciones y los consumidores finales.

Es fundamental desarrollar una estructura de redes neutras para acompañar e impulsar la transformación de las compañías que operan bajo un esquema clásico de taller, hacia empresas y ecosistemas laborales distribuidos, y desde una mirada sistémica, hacia la construcción de ciudades inteligentes. Este modelo de arquitectura tecnológica permite desplegar en forma eficiente y masiva los servicios digitales en determinadas zonas geográficas, capitalizando así la infraestructura existente, además de minimizar la inversión y el riesgo que deben realizar las empresas de telecomunicaciones interesadas.

Otra ventaja de las redes neutrales es que mejoran los tiempos de instalación, optimizando no sólo los costos de la inversión inicial, sino también los de operación de la red, garantizando que ésta tendrá la capacidad instalada suficiente para necesidades futuras, reduciendo también la obsolescencia tecnológica.

En la época que estamos viviendo, todas las organizaciones deben adaptarse a un ambiente dinámico y acelerado, ser flexibles y admisibles a los cambios para sobrevivir en los momentos difíciles y beneficiarse en los buenos. Dado que probablemente estos nuevos hábitos de consumo digital continuarán acentuándose en el futuro, es una apuesta a nueva realidad, un cambio significativo, que deberá centrarse en los pilares de innovación en vez de retroceder a un escenario pre pandemia, la demanda de los consumidores por servicios de telecomunicaciones más rápidos, robustos y estables seguirá empujando al alza la opticalización de las redes en América Latina.

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