Por Howard Boville, VP Senior Global de IBM Cloud
En el contexto actual en el que aumentan los ciberataques y existe un cambio constante en el marco regulatorio, hay dos palabras que se pronuncian constantemente: datos y confianza.
Para prosperar en la economía de hoy, las organizaciones necesitan acceso a un ecosistema de datos global y de confianza. Pero cada vez existen problemas más complejos en torno al acceso y la propiedad de los datos. Como resultado, estamos viendo un incremento en las leyes y regulaciones globales que permiten reducir el riesgo y preservar la privacidad, la seguridad y los estándares éticos.
Esto lo hemos visto a través de la promulgación de la Ley General de Protección de Datos (LGPD) en Brasil o del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea (UE) que tenían como objetivo mejorar las prácticas de seguridad y poner la protección de datos personales en primer plano para que lo aplicaran las empresas.
Para las organizaciones globales, esta legislación es un recordatorio de que la privacidad y la protección de los datos es necesaria para salvaguardar proactivamente información sensible de los empleados y consumidores en todos los lugares donde ésta se almacene y comparta.
La intersección de la gobernanza del dato y la innovación
Países de todo el mundo se están preguntando qué significa para ellos la gobernanza del dato, especialmente con relación a aquellos aspectos que tienen que ver con la tecnología. Pero, con frecuencia, cuando las personas hablan acerca de gobernanza del dato, no todo el mundo está hablando de lo mismo.
La gobernanza del dato es especialmente importante para las empresas porque se basa en la idea de que los datos están sujetos a las leyes y estructuras de gobierno en el seno del país en que los datos se recogen. Es decir que, si una empresa está haciendo negocios en China y Alemania, los datos que recogen en cada uno de esos países tendrían requerimientos de protección muy diferentes y, por lo tanto, la respuesta de cumplimiento operativo de las empresas deberá adaptarse en consecuencia.
Por otro lado, la gobernanza digital es motivo de preocupación a nivel nacional, donde se decide y aplica la política regulatoria. Cuando los países hablan de gobernanza digital, a menudo se refieren a la capacidad de tener control sobre su propio destino digital. Esto incluye los datos, el hardware y el software que crean, asegurando que, como nación soberana, no dependan de empresas tecnológicas extranjeras para salvaguardar sus datos y habilitar sus economías digitales.
Como con cualquier tema complejo, es importante dividir la gobernanza en partes que puedan tratarse de manera real y práctica. Para las empresas que abordan la gobernanza del dato es más práctico aproximarse a las capas individuales que la componen. Esta manera de proceder los preparará mejor para una variedad de escenarios a los que pueden tener que enfrentarse, y a su vez, podrán abordar los requisitos únicos del país en el que están haciendo negocios.
Comprendiendo los componentes de la Nube Soberana
En un contexto de continuo cambio de la economía, la proliferación de tecnologías de nube ha introducido el concepto de Nube Soberana, un modelo operativo emergente para la industria que tiene como objetivo ayudar a las organizaciones a cumplir con los requisitos legales, normativos y operativos de una jurisdicción determinada. Esto es particularmente importante, considerando que solo 1% de las empresas en Argentina usan un único tipo de nube.
Las empresas deben considerar la gobernanza como un conjunto compuesto de capas apilables que abarcan la privacidad de los datos, la residencia de los datos, la localidad del servicio y la gobernanza. Estos componentes interconectados son todos habilitadores de gobernanza y, juntos, construyen una visión holística de “Nube Soberana.”
Si comprendemos primero la base de la gobernanza, podemos allanar el camino hacia un mejor entendimiento de las fuerzas de regulación cambiantes e interconectadas, las prioridades empresariales y las capacidades tecnológicas que están dando forma al consumo de la nube en todo el mundo.
El futuro del talento a medida que la gobernanza del dato crece
La gobernanza del dato es diferente en cada país, y algunas naciones son más restrictivas que otras. Por ejemplo, algunos países pueden exigir que la nube de una empresa sea operada y ejecutada localmente, y solo bajo su control.
Si bien cada jurisdicción es autónoma en la toma de decisiones, las tendencias económicas sugieren que un mayor acceso al talento, la cultura y las ideas son requisitos previos para competir de manera efectiva en el mundo actual. Si la gobernanza de los datos significa que ya no es posible acceder al mejor talento internacional, ¿en qué momento esto se convierte en un inhibidor de innovación y progreso?
Aunque no sabemos qué depara el futuro, será fundamental que haya suficientes trabajadores altamente calificados para enfrentarse al desafío, pues solo en el 2022, el Foro Económico Mundial estima que surgirán 133 millones de empleos emergentes, fruto de una nueva división del trabajo entre personas, ordenadores y algoritmos.
Una mirada al futuro
La gobernanza de los datos es un concepto que continúa evolucionando y al que las organizaciones deberán adaptarse. Pero a medida que comienzan a hacerlo, es importante recordar que no es necesario resolver todo el problema de una sola vez para llegar a donde se debe estar. Al dividir la gobernanza en capas más manejables, las empresas pueden decidir cómo y dónde enfocarse.
Mientras las empresas piensan en la gobernanza de los datos y cómo sus organizaciones pueden abordar los requisitos, les desafiamos a que lo hagan capa por capa y paso a paso. Para salir victoriosos realmente en la economía actual que es cada vez más competitiva, deben preguntarse: ¿está mi empresa preparada para prosperar o simplemente sobrevivir?