Mientras las empresas plantean métodos innovadores que permiten un uso más eficiente y seguro de las herramientas tecnológicas, el 2025 se presenta como un año donde la IA estará también al servicio del ciberdelito siendo la tecnología por excelencia para impulsar estafas sofisticadas a través del phishing personalizado y la suplantación de identidad mediante deepfakes.
En cuanto a la adopción de inteligencia artificial (IA), Argentina se posiciona en el quinto lugar en América Latina. Datos de F5 revelan que entre el 70% y el 75% de las empresas argentinas planean aumentar sus presupuestos en IA en los próximos años.
Según Federico Aragona, director de ventas de MCA de F5 LATAM, ‘estas tecnologías permiten a los atacantes generar contenido falso pero extremadamente convincente. Ya sean correos electrónicos o mensajes que parecen legítimos, a través de la IA se aumenta significativamente la efectividad de los ataques’. La capacidad de adaptación y rápido aprendizaje que facilita la IA, resulta en una herramienta muy eficiente.
Asimismo, el especialista remarca que, ‘otro aspecto preocupante es el uso de IA para identificar vulnerabilidades en sistemas antes de que puedan ser corregidas, facilitando ataques como el ransomware dirigido. Además, los bots avanzados impulsados a través de IA hoy son muy efectivos a la hora de interrumpir servicios, robar credenciales o explotar APIs críticas en aplicaciones’.
Así, mientras se perfeccionan los sistemas de detección de fraudes y hackeos, los criminales también adecúan sus prácticas a los avances que la tecnología les facilita. ‘La inteligencia artificial (IA) está transformando industrias y abriendo nuevas posibilidades, pero también presenta riesgos significativos en ciberseguridad. La IA puede ser utilizada para automatizar ataques más sofisticados, como el phishing personalizado o la manipulación de datos críticos, lo que aumenta su escala y efectividad’, remarca el referente de F5.
Sin dudas, la clave está en alcanzar cierto nivel de equilibrio entre la innovación y la protección. ‘la ciberseguridad no sólo es una barrera contra amenazas, sino un habilitador para que las organizaciones adopten la IA de manera segura y confiable’, aclara.
Según datos oficiales, en América Latina los ciberataques crecieron un 38% en 2023, siendo Argentina uno de los países más afectados. En este contexto, ‘la seguridad digital es una prioridad urgente’, indica Aragona. Y agrega, ‘sólo en Argentina, los ataques de ransomware aumentaron un 40% en el último año, afectando tanto a empresas como a ciudadanos’.
Un mundo digital más seguro requiere de un enfoque integral que combine tecnología, educación y políticas claras.