En su tercera edición, el Summit 2025 dio la bienvenida a socios y clientes de Centroamérica y Colombia en un evento diseñado no solo para presentar portafolios, sino para generar una conversación bidireccional, entender los desafíos del entorno tecnológico y experimentar de primera mano las capacidades de la tecnología de Ruckus Networks. ´Más que venir a contarles cuál es nuestro portafolio, queremos que ustedes interactúen con él´, fue una de las premisas iniciales del evento.
Moisés Montaño, director regional de Ruckus at CommScope, inauguró el Ruckus Summit, destacando los retos y las tendencias de la industria. Simultáneamente, explicó que estamos frente a un panorama en el que la conectividad es crucial para la productividad, citando un estudio que revela que “la causa número uno de frustración de los empleados en una empresa es una mala conexión”. Esta situación no solo afecta la moral del equipo, sino que impacta directamente la seguridad cibernética, la operación y la rentabilidad del negocio.
Tendencias clave como la realidad virtual, el aumento de las amenazas de ciberseguridad y la necesidad de conectividad adaptada a cada aplicación exigen una reevaluación profunda de la infraestructura de red. Ruckus se ha posicionado como líder en la gestión de ambientes impredecibles y de alta densidad, como hoteles, aeropuertos y universidades, donde el control sobre los usuarios y dispositivos es limitado.
Tendencias tecnológicas que están redefiniendo las exigencias sobre las redes Wi-Fi:
– Creciente demanda de realidad virtual y sus variantes.
– Necesidad de movilidad total, sin dependencia de cables.
– Aumento en el costo de los incidentes de red.
– Requerimientos de baja latencia para aplicaciones sensibles.
– Reducción del personal de TI capacitado.
– Prioridad por la sostenibilidad y la eficiencia energética.
– Incremento de las amenazas de ciberseguridad impulsadas por IA.
– Necesidad de automatización e integración tecnológica.
Estos factores hacen que el enfoque tradicional de las redes resulte obsoleto. Se requiere un nuevo paradigma basado en adaptabilidad y automatización. Según un estudio de la firma Eloy, la principal causa de frustración de los empleados en una empresa es una mala conexión, lo cual repercute directamente en la productividad, la ciberseguridad y los ingresos. Las cifras lo respaldan: el 87% de las empresas tiene al menos una aplicación de misión crítica que depende de la red, y el 30% de los negocios ya se realiza en línea
Adaptabilidad: el nuevo estándar de las redes inteligentes
Saúl Beníquez, director de Ingeniería de Preventa para la región, profundizó en la importancia de la adaptabilidad en las redes. Comparó esta cualidad con un camaleón que cambia de color para adaptarse a su entorno, afirmando que “la red tiene que ser adaptiva a su ambiente también”. Además, se encargó de dejar en claro que la adaptabilidad se ha convertido en un criterio de diseño fundamental, junto con la capacidad y la cobertura.
Por otro lado, explicó que una red adaptable debe integrar Inteligencia Artificial y automatización para el análisis de tráfico y la seguridad. Además, remarcó que debe ser capaz de autodetectarse y autorrepararse, identificando cuellos de botella o degradaciones y actuando de forma automática, sin intervención humana.
Esta adaptabilidad también abarca una gran inversión: una red bien diseñada, con tecnología de punta como Wi-Fi 7, que garantiza una “vida útil amplia de prestación de servicios, ofreciendo un desempeño superior en altas densidades”. A través de siete pilares, el ingeniero explicó por qué la adaptabilidad es crítica en un mundo digital que cambia a velocidad acelerada:
1. Inteligencia artificial y automatización integradas desde el diseño, capaces de analizar tráfico, detectar patrones, prevenir incidentes y actuar sin intervención humana.
2. Autorreparación y autodetección, para mantener la red operativa sin necesidad de intervención manual.
3. Escalabilidad dinámica, que responde a cambios de densidad y uso sin degradar el servicio.
4. Gestión unificada y visibilidad completa, que permite entender y controlar lo que ocurre en cada punto de la red, incluyendo switches y puertos.
5. Seguridad activa y enfoque Zero Trust, incorporando protección desde la arquitectura base.
6. Soporte de entornos híbridos, crucial para industrias donde no todo puede ir a la nube, como manufactura o farmacéutica.
7. Experiencia de usuario garantizada, ya sea para un estudiante, un operario industrial o un viajero.
Uno de los avances más destacados de esta tecnología es la operación de enlaces múltiples, que permite utilizar los recursos de radio en paralelo para mejorar la resiliencia y la velocidad de transmisión.
Inteligencia Artificial en todo el ciclo de vida de la red
Luis Rondón, ingeniero de preventa de Ruckus, explicó cómo se aplica la IA en cada etapa del ciclo de vida de una red, desde el diseño hasta la optimización. Además, hizo énfasis en que en la fase de diseño, la IA puede identificar muros y materiales de un plano, optimizando el tiempo y permitiéndole a los ingenieros enfocarse en la simulación del desempeño.
En la gestión y el soporte, la IA de Ruckus opera tanto de forma reactiva como proactiva. Por ejemplo, cuando un usuario reporta un problema, la IA realiza una introspección para encontrar la causa raíz, que puede no estar en el Wi-Fi, sino en servicios como DHCP o DNS. Mientras que de manera proactiva, se encarga de optimizar automáticamente la red, ajustando potencias y canales para mejorar la experiencia del usuario y reducir la interferencia entre puntos de acceso.
Rondón también reiteró el concepto de redes basadas en intención, que consideran las necesidades específicas de cada entorno como alta densidad, baja latencia o ahorro energético para aplicar configuraciones y optimizaciones inteligentes. El objetivo final es avanzar hacia redes autónomas, capaces de aplicar acciones correctivas sin intervención humana, reduciendo drásticamente la cantidad de incidentes.
El Summit 2025 dejó claro que la conectividad empresarial no puede seguir siendo un asunto reactivo. En un mundo donde las aplicaciones crecen en complejidad, la movilidad es una exigencia, y la productividad depende directamente del rendimiento de la red, las soluciones deben ser proactivas, inteligentes y, sobre todo, adaptables.
