Los Hits 2022 en el TIC de América Latina
Durante los últimos dos años nos hemos visto obligados a adaptarnos a nuevas formas de comunicarnos, trabajar, estudiar e interactuar. Para poder llevarlo a cabo ha sido fundamental el uso de tecnologías digitales, generando un nuevo mercado que combina lo mejor del ‘viejo mundo físico’ con la virtualidad.
De esta forma, se aceleró la adopción de tendencias tecnológicas y en el siguiente año seremos testigos de cómo las organizaciones continuarán integrando el uso de estas continuando con la automatización y autogestión.
Tras el impacto de la pandemia, las empresas necesitan transformarse en negocios resilientes con inteligencia, de acuerdo con IDC. Si bien el Covid-19 aceleró a meses la transformación digital que se pensaba tomaría años y se desarrollaron nuevas formas de trabajo a distancia; uno de los cambios más importantes fue que las compañías se volvieron resilientes para tener la capacidad de responder rápidamente a las interrupciones y restaurar las operaciones comerciales de manera oportuna, mediante el uso de capacidades digitales para capitalizarse en las nuevas condiciones.
Las organizaciones entendieron que las disrupciones necesitan integrarse a su modelo de negocios para prepararse a los nuevos escenarios comerciales y contar con planes que les permitan adaptarse rápidamente, donde uno de los elementos claves es la inteligencia.
El futuro de la inteligencia se define como la capacidad de una organización para aprender de manera combinada con su capacidad de sintetizar la información que necesita y aplicar los conocimientos resultantes a escala. Capacidades que son habilitadas por el monitoreo, aprendizaje, explicación y adaptación continua, las cuales son el sello distintivo de las soluciones basadas en inteligencia artificial, impulsadas por datos y listas para producción en el núcleo de las plataformas de tecnología inteligente.
Cloud
Son numerosas las empresas que han trasladado sus sistemas críticos a la nube, y esta tendencia va a continuar creciendo durante este año. Hasta ahora, gran parte de estos proyectos han utilizado un enfoque Lift and Shift, consistente en mover una aplicación on-premise y sus datos sin rediseñarla.
A medida que las empresas adoptan estrategias ‘cloud-first’, van a aumentar los despliegues basados en refactorización, que implican una reconstrucción completa de las aplicaciones, y los basados en optimización de los sistemas operativos y las aplicaciones. El objetivo es conseguir que sean más eficientes en un entorno de nube para aprovechar mejor las capacidades de escalabilidad y flexibilidad, y así obtener más rápido y reducir costos.
A medida que el cloud se convierte en más crítico para las organizaciones, estas son más conscientes que para desarrollar sus proyectos con éxito, su estrategia en este campo tiene que estar alineada con los objetivos de la empresa. Por esta razón, cobra relevancia la fase de planificación de las iniciativas y la evaluación previa del punto de partida antes de llevarlas a cabo. Además, considerarán más importante el establecimiento de métricas, que les permitan valorar los resultados obtenidos, en términos de rendimiento, velocidad de entrega de los servicios, ahorro, entre otros.
En América Latina, de acuerdo con las predicciones indicadas por IDC, para el 2023, más de la mitad de la economía global será digital, por lo que se acelerarán las inversiones en tecnologías claves y nuevos modelos operativos para lograr hipervelocidad, hiperescala e hiperconexión.
La hipervelocidad es la capacidad de crear y mejorar servicios, y experiencias digitales a un ritmo 100 veces más rápido que hoy. Hiperescala: desarrollará e implementará tantas aplicaciones y servicios digitales en los próximos cuatro años como en los últimos 40 años y los desplegará en miles de millones de dispositivos de borde y millones de ubicaciones de computación Edge.
Hiperconectividad: amplificando su propio poder innovador mediante la expansión masiva de sus cadenas de suministro digital, a través de código abierto y comunidades de código y datos de terceros y creando nuevas fuentes de ingresos mediante la distribución de sus propios servicios digitales en las cadenas de suministro digital de otros.
Seguí leyendo este informe especial en nuestra última edición CLICK AQUÍ