Los 5 errores más comunes que ponen en riesgo la seguridad de tus datos empresariales
La ciberseguridad empresarial es un pilar fundamental en un mundo cada vez más digitalizado. Sin embargo, muchas empresas cometen errores que pueden exponer sus datos a amenazas cibernéticas. Octapus ayuda a reconocer estos errores y explica cómo herramientas como Akila pueden evitarlos, algo clave para proteger la integridad de la información.
1. Uso de contraseñas débiles o repetidas
Uno de los errores más comunes en las organizaciones es la falta de robustez en las contraseñas. Utilizar combinaciones sencillas o la reutilización de contraseñas entre diferentes sistemas aumenta la vulnerabilidad ante ataques de fuerza bruta, permitiendo a los atacantes acceder a los sistemas internos de las empresas. Implementar políticas de contraseñas seguras y la autenticación multifactorial es crucial para asegurar que sólo personas autorizadas accedan a los sistemas. Según un informe de Verizon, el 81% de las filtraciones de datos se debe a credenciales débiles o robadas, lo que refuerza la necesidad de adoptar estas políticas de seguridad.
2. Falta de actualizaciones y parches de seguridad
No actualizar el software y los sistemas de la empresa es otro fallo crítico que deja a las organizaciones vulnerables. Las actualizaciones suelen incluir parches de seguridad que corrigen fallos conocidos y mejoran la capacidad de los sistemas para resistir ataques. Ignorar estos parches permite a los atacantes explotar vulnerabilidades que, aunque conocidas, quedan sin resolver en sistemas desactualizados. Mantener los sistemas siempre al día con actualizaciones automáticas es esencial para minimizar riesgos de seguridad.
3. Ausencia de monitoreo continuo
Sin una vigilancia activa, las empresas pueden ser víctimas de ataques prolongados que pasen desapercibidos por días o incluso meses. Los ciberdelincuentes se infiltran y mantienen el acceso a los sistemas de forma sigilosa, sustrayendo información crítica sin ser detectados. Un monitoreo en tiempo real de las redes y sistemas empresariales permite detectar y responder rápidamente ante cualquier actividad sospechosa. Un estudio de IBM Security demostró que el tiempo promedio para identificar y contener una filtración de datos es de 287 días, lo cual subraya la importancia de un monitoreo constante.
4. Empleados sin formación en ciberseguridad
Los errores humanos representan una de las amenazas más grandes para la ciberseguridad. Acciones simples, como hacer clic en enlaces de phishing o abrir archivos adjuntos maliciosos, pueden comprometer toda la red de la empresa. La falta de formación adecuada en ciberseguridad entre los empleados facilita que estas tácticas de ingeniería social resulten efectivas. La capacitación regular del personal es fundamental para instruirlos en cómo identificar y evitar intentos de fraude cibernético. Proofpoint destaca que el 99% de los ataques cibernéticos requieren la acción humana, lo que convierte a la formación en una herramienta fundamental.
5. Confiar en soluciones de seguridad obsoletas
La tecnología avanza rápidamente, y confiar en herramientas de seguridad antiguas es insuficiente para enfrentar las amenazas actuales. Los sistemas desactualizados no cuentan con las protecciones necesarias contra técnicas de ataque modernas, como el ransomware y los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS). Las empresas que adoptan inteligencia artificial en sus sistemas de ciberseguridad pueden reducir el tiempo de respuesta a incidentes hasta en un 50%, según Gartner.
Las soluciones de Octapus se consolidan como herramientas clave para que las empresas no sólo identifiquen sino también mitiguen estos riesgos de forma proactiva. Su plataforma de protección de endpoints, Akila, ofrece una defensa integral mediante la inteligencia artificial, garantizando la seguridad avanzada ante ataques sofisticados.
Con un enfoque en la seguridad constante y la modernización de sistemas, las herrramientas que brinda Octapus se posicionan como opciones estratégicas que ayudan a prevenir amenazas y mantener la integridad de los datos empresariales, asegurando que las empresas puedan operar sin interrupciones.
