Camino al éxito empresarial, cuatro hábitos esenciales para directivos
En el cambiante escenario empresarial, la función de los directivos adquiere una importancia crucial para guiar a las organizaciones a través de desafíos constantes. Su posición privilegiada dentro de las empresas les brinda la oportunidad de capitalizar conocimientos y establecer conexiones únicas. Sin embargo, no todos los líderes son igualmente efectivos en este rol. En la economía actual, un ejecutivo exitoso debe evolucionar constantemente para satisfacer las demandas cambiantes de la organización, prepararse para el futuro y mejorar la eficiencia y productividad de su equipo.
Denis Tassitano, Vicepresidente de SAP Concur para Latinoamérica y el Caribe, enfatiza que frente a la evolución constante de retos, tecnologías y responsabilidades, los hábitos que los gerentes cultivan pueden marcar la diferencia en su capacidad para enfrentar momentos críticos de crecimiento. ‘Promoviendo hábitos orientados al éxito, estos líderes pueden construir habilidades y relaciones necesarias para superar limitaciones y aportar un valor significativo a sus organizaciones’, destaca Tassitano.
A pesar de la diversidad de hábitos, hay un denominador común: el deseo de mejora, tanto personal como para el equipo y la empresa. Aquí presentamos cuatro comportamientos que ejercen un impacto determinante en la trayectoria hacia el éxito:
1. Mantenerse a la Vanguardia de la Tecnología
Para aumentar la productividad y liberarse de tareas manuales, es imperativo mantenerse actualizado en cuanto a las nuevas tecnologías. Esto implica una aproximación multifacética: explorar documentos empresariales, publicaciones financieras, monitorear plataformas de redes y discutir soluciones tecnológicas con colegas. Al entender completamente las capacidades de estas herramientas, los ejecutivos no solo pueden optimizar sus procesos, sino también comunicar de manera efectiva las ventajas de las inversiones tecnológicas a la alta dirección.
2. Identificar los Puntos Ciegos
Frecuentemente, el éxito en roles directivos se determina no solo por lo que se conoce, sino por lo que se desconoce. Por lo tanto, es fundamental esforzarse en identificar y superar los puntos ciegos, sin importar dónde se encuentren. Un punto ciego puede manifestarse en diversas formas: relaciones interpersonales, habilidades o la gestión del equipo. La retroalimentación tras finalizar un proyecto es esencial para comprender lo que funcionó y las áreas de mejora. Esto no solo involucra escuchar a los involucrados, sino también implementar métodos como encuestas anónimas para enriquecer este proceso.
3. Aceptar Nuevos Retos
En lugar de rechazar oportunidades fuera de su zona de confort, se recomienda abrazarlas con una mentalidad abierta. Estas oportunidades pueden impulsar el desarrollo de habilidades y romper con la monotonía del ‘siempre lo hemos hecho así’. Asumir esta perspectiva distinta puede desencadenar una cadena de resultados positivos. Salir de la zona de confort, aunque desafiante, marca el inicio de una transformación que influye directamente en las capacidades del líder y la organización.
4. Aprendizaje Continuo
La información y las oportunidades de aprendizaje están a nuestro alcance en todos lados. Por lo tanto, es crucial tener un enfoque crítico al consultar diversas fuentes como informes, blogs, líderes de opinión y colegas. Es importante reservar tiempo de manera regular para leer, aprender, asimilar y finalmente discernir qué información es relevante y merece atención especial en beneficio del negocio.